Managua. AFP y ACAN-EFE. La Conferencia Episcopal de Nicaragua advirtió ayer de que el proyecto de reforma constitucional que avala la reelección presidencial indefinida, amenaza con perpetuar en el poder a Daniel Ortega “de forma dinástica”, y que eso “no traerá” ningún beneficio al país.
“Consideramos que la actual propuesta de reformas a la Constitución, vista en su conjunto, está orientada a favorecer el establecimiento y perpetuación de un poder absoluto a largo plazo, ejercido por una persona o un partido de forma dinástica o por medio de una oligarquía política y económica”, señalaron los obispos en un comunicado.
Este lo emitieron al concluir el viernes el proceso de consultas que la Asamblea Nacional inició el 8 de noviembre sobre un polémico proyecto de reforma parcial a la Constitución que los diputados sandinistas presentaron a principios de noviembre.
La propuesta para cambiar 39 artículos y derogar ocho de la Carta Magna la presentaron hace dos semanas diputados del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, gobernante) y elimina la prohibición de reelección del presidente existente desde 1996.
El proyecto también propone anular las prohibiciones que tienen los militares para ocupar puestos públicos que no sean de elección popular.
“No estamos de acuerdo con este proyecto de reformas constitucionales (porque) creemos que su aprobación no traerá beneficio alguno para la nación”, puntualizaron los obispos.
Para los prelados, “lo más urgente en Nicaragua en este momento no es realizar cambios a la Constitución”, sino revisar el sistema político vigente, en el cual “el poder se sigue concibiendo como patrimonio personal y no como delegación de la voluntad popular”.
La Conferencia Episcopal criticó, además, que las enmiendas sean promovidas “en un momento de evidente desmantelamiento institucional del país, con una llamada oposición política que se debate en luchas internas”, falta de independencia entre los poderes del Estado y “violaciones a la Constitución que han alterado el rumbo democrático”.
Más advertencias. También Estados Unidos adoptó una posición critica en relación con el proyecto.
Consideró que si la reforma se aprueba como la plantea el partido en el poder, será “dañina para la democracia” y la economía del país, y pidió reflexionar sobre el impacto a largo plazo de la medida.
“Estamos preocupados porque los pasos (propuestos) para concentrar el poder y mermar el sistema regulador del país, serán dañinos para la democracia y podrían herir la recuperación económica a largo plazo, que es tan importante para el pueblo nicaragüense”, manifestó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, por medio de un comunicado.
El proyecto será ahora sometido a discusión del plenario, en el cual los sandinistas controlan 63 de los 92 escaños. Su aprobación parece imparable, debido a que el oficialismo cuenta con mayoría.