“No hagan más nada en estas próximas 72 horas hasta que regularicemos los precios de los productos autopartes, repuestos, cauchos (llantas) para el pueblo de Venezuela, de las motos, de los vehículos y autobuses”, dijo Maduro ante decenas de transportistas que se concentraron en el centro de Caracas.
El mandatario encabeza una cruzada para combatir la inflación anualizada a octubre de más del 50% y una supuesta especulación en los precios, en el marco de lo que considera una “guerra económica” contra su gobierno impulsada por empresarios y opositores.
“Hoy comenzamos la inspección a todos los concesionarios de vehículos del país, tienen que bajar los precios, no me vengan con cuentos”, advirtió.
Desde el fin de semana, miles de personas se agolpan a diario en tiendas de electrodomésticos, custodiadas por militares, para entrar en pequeños grupos y aprovechar las rebajas ordenadas por el Gobierno en época prenavideña y a un mes de los comicios municipales.
Control de precios. El Gobierno lanzó estos días además una campaña de fiscalización de precios, que incluye rebajas en casos de que descubran aumentos irregulares.
En Venezuela casi no se producen partes ni repuestos para autos, los cuales se importan para su ensamblaje a la tasa de cambio oficial de 6,30 bolívares por dólar.
Maduro convocó para la tarde del miércoles a “todos los fabricantes de autopartes y repuestos nacionales” para “respaldarlos en todo lo que haya que hacer para que haya abastecimiento y precios justos”.