Buyumbura. AFP. Quién gobierna en Burundi era, ayer, una incógnita, luego de que el Ejército anunció el derrocamiento del presidente Pierre Nkurunziza, versión que desmintió el despacho del gobernante que, por el contrario, afirmó que el cuartelazo había fracasado.
La situación se produjo después de semanas de protestas contra el proyecto de Nkurunziza de presentarse como candidato a un tercer mandato.
Tanzania informó de que Nkurunziza, de viaje en este país con motivo de una cumbre sobre la crisis burundesa, había tomado un avión rumbo a su país, donde el aeropuerto de la capital –Buyumbura– estaba cerrado y no llegaban aviones, según constató la AFP.
El general y exjefe del Servicio de Inteligencia burundés, Godefroid Nyombare, fue quien anunció la destitución del mandatario y la disolución del gobierno, antes de ordenar el cierre del aeropuerto y las fronteras del país.
Nyombare había sido destituido en febrero por el jefe de Estado después de que le desaconsejó presentarse a un tercer mandato, considerado inconstitucional por sus adversarios políticos.
‘Armonía nacional’. El general afirmó que estaba dispuesto a formar un “comité para la restauración de la armonía nacional”, entidad temporal cuya “misión, entre otras, es la restauración de la unidad nacional, y la reanudación del proceso electoral en un ambiente pacífico y justo”.
“Se pide a todo el mundo que respete la vida y las propiedades de los otros”, declaró Nyombare.
El anuncio de Nyombare, una figura altamente respetada, llegó horas después de que Nkurunziza viajó a Dar es Salaam, Tanzania, para hablar con líderes de África oriental y buscar soluciones a la crisis en Burundi.
Poco después, la presidencia de Burundi afirmó en Twitter que el intento de golpe de Estado “fracasó”. “La situación está bajo control, no hay golpe en Burundi”, aseveró el mensaje de la sede gubernamental.
Fuerzas militares leales a Nkurunziza parecían seguir controlando instituciones clave, como el palacio presidencial y la radiotelevisión pública, según constataron testigos y un corresponsal de la AFP. Los soldados realizaron disparos al aire para impedir que los manifestantes se dirigieran hacia el edificio de la radio y televisión.
En este contexto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “instó urgentemente a todas las partes a mostrar calma y moderación” ante el intento de golpe de Estado, al tiempo que Estados Unidos exhortó este miércoles a las partes en pugna en Burundi a “deponer las armas”.
En Dar es Salaam, los mandatarios de la Comunidad de África Oriental, que integran Kenia, Uganda, Tanzania, Burundi y Ruanda, condenaron el “golpe de Estado”.
Más de 20 personas han muerto en Burundi desde fines de abril, cuando el gobernante partido CDD-FDD, de Nkurunziza, lo designó candidato a la reelección para los comicios previstos el 26 de junio.