Brasilia. AFp. El Gobierno de Brasil informó este miércoles de que pagó el equivalente a 18.200 millones de dólares a bancos públicos para cancelar la deuda que motivó el pedido de impeachment que pone en jaque a la presidenta Dilma Rousseff.
El desembolso realizado en el 2015 aumenta el ya abultado déficit fiscal de la nación, que, según el Gobierno, podría llegar hasta 2% del PIB, y apunta a debilitar la denuncia contra la mandataria que podría causar su destitución.
“El Tesoro Nacional realizó el pago de todos los pasivos”, dijo Otavio Ladeira, secretario interino del Tesoro.
Rousseff está acusada de haber financiado al Tesoro a través de la banca estatal y de autorizar gastos sin la aprobación del Congreso, dos prácticas prohibidas por la ley, y que condujeron a un grupo de juristas a pedir la apertura de un proceso de impeachment.
La operación incluyó la cancelación de una deuda actualizada de 55.572 millones de reales del 2014 y otros 16.803 millones del año en curso. Según Ladeira, el Tesoro solo emitirá nuevos títulos por 1.500 millones de reales.
De acuerdo con estos números, el déficit primario de Brasil rondará los 107.000 millones de reales, unos 26.900 millones de dólares al cambio actual.
El Congreso ya había autorizado esta cancelación de las obligaciones en diciembre para cerrar un año que comenzó proyectando un ahorro fiscal de 1,2% del PIB, muy lejos del rojo con el que está terminando, en momentos en que el país está hundido en una recesión.
Los atrasos en cancelar esas deudas fueron la base para que la auditoría de la República rechazara la rendición de cuentas del Gobierno del 2014, un hecho inédito desde 1936, señalando que se habían maquillado los números para mejorar el saldo final.
Fueron también el principal argumento para pedir la apertura de un juicio político contra Rousseff, que aún debe ser evaluado por una comisión antes de llegar al plenario de la Cámara de Diputados.
La sétima economía del mundo lleva casi cinco años luchando contra un tenaz aletargamiento económico, que este año devino en crisis y que tanto el FMI como la OCDE proyectan que continuará en 2016.
De confirmarse ese pronóstico, Brasil tendrá sus primeros dos años consecutivos de recesión desde el ciclo 1930-31.