Washington. EFE. El Pentágono confirmó ayer que un general estadounidense murió y al menos 15 integrantes de la Misión de la ONU en Afganistán (ISAF) resultaron heridos en un ataque en la base de Camp Qargha, en Kabul, hecho por un soldado afgano, quien murió.
“Puedo confirmar que un individuo que se cree que era un soldado afgano disparó contra un grupo de tropas de la coalición en la Universidad Nacional de Defensa Marshal Fahim National”, dijo el almirante John Kirby, vocero del Pentágono, en rueda de prensa.
Kirby dijo creer que el general de dos estrellas Harold J. Greene es el militar estadounidense de mayor rango muerto en un ataque desde los atentados del 11 de setiembre de 2001, cuando falleció otro general de tres estrellas.
Agregó que también hubo “al menos 15 heridos como consecuencia del atentado, incluidos algunos estadounidenses”.
Desde Kabul se informó de que entre ellos hay siete estadounidenses, cinco británicos y un alemán.
“Muchos fueron heridos de gravedad, otros de carácter leve. El atacante fue ultimado”, indicó Kirby.
Precisó que el ataque se produjo en una “visita rutinaria” a la Academia de Oficiales del Ejército Nacional Afgano, administrada por el Reino Unido.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, señaló que el presidente Barack Obama fue informado de lo ocurrido por el general Joseph Dunford, comandante de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán.
Earnest añadió que pese a los “progresos” en la salida de EE. UU. del conflicto en Afganistán, el atentado es “un doloroso recuerdo del sacrificio de nuestros hombres y mujeres uniformados”.
Este es el segundo ataque de este tipo en lo que va de año, tras la muerte en febrero de dos soldados de la ISAF a manos de dos desconocidos que vestían el uniforme de las fuerzas de seguridad afganas.
En el 2012 hubo más de medio centenar de ataques, aunque la tendencia disminuyó en 2013, al calor del papel cada vez más secundario que desempeñan las tropas extranjeras en Afganistán, país del que tienen previsto retirarse completamente en este año.
El conflicto en el país asiático se encuentra en uno de los momentos más sangrientos desde la invasión estadounidense que propició la caída del régimen integrista talibán a finales del 2001 y a pocos meses de la retirada de la ISAF a finales de año.