Brasilia
La exfiscala general venezolana Luisa Ortega aseguró este miércoles en Brasilia disponer de "muchas pruebas" que involucran al presidente Nicolás Maduro y sus principales aliados en millonarios casos de corrupción.
Dispongo de "muchas pruebas, y concretamente en el caso de negociados con la constructora brasileña Odebrecht, que comprometen a muchos altos funcionarios venezolanos, empezando por el presidente de la República", así como a dos de sus principales lugartenientes, "los miembros de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, (y) Jorge Rodríguez", aseveró.
"En Venezuela ha ocurrido la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro", dijo la exfuncionaria, acogida como "legítima fiscal general de Venezuela", en palabras del Procurador General de Brasil, Rodrigo Janot.
"No hay garantía de que en Venezuela alguna investigación relacionada con el crimen organizado, el tráfico de drogas y la corrupción tenga una condena, una sanción (...), porque lo más probable es que las pruebas que se recaben, pruebas que sean remitidas a Venezuela, sean desaparecidas", afirmó.
"Hay muchos intereses en Venezuela porque no se investiguen los hechos de corrupción, los hechos relacionados con el narcotráfico, con el terrorismo", insistió Ortega, quien huyó a Colombia el viernes pasado, donde le ofrecieron asilo político.
Durante una reunión en Brasilia de fiscales de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Ortega anticipó que cedería ese material a otros países para que avancen con las investigaciones.
También denunció "en el caso de Odebrecht hemos detectado que a Diosdado Cabello le depositaron $100 millones en una empresa española denominada TSE Arietis", señaló.
La constructora confesó haber regado de sobornos a funcionarios de América Latina y África, una jugada que puso en jaque a presidentes y exmandatarios, y desató un choque entre la Justicia y el político en varios países.
En Venezuela, Odebrecht ha participado en obras del aeropuerto de Maiquetía, teleféricos en Caracas, trabajos en una central hidrológica y un puente sobre el lago de Maracaibo, la ciudad más poblada después de Caracas, entre otras.
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Caracas busca a Ortega tras acusarla de supuesta participación en un esquema de corrupción y anunció que pedirá su captura internacional, vía Interpol, pero Ortega no parece temer una eventual extradición.
Lo que pasa en Venezuela. "Seguiré luchando, seguiré recorriendo el mundo para denunciar lo que pase en Venezuela y denunciar la violación a los derechos humanos", proclamó.
El punto de ruptura, detalló, fue la formación en Venezuela de una Asamblea Constituyente, que suplantó al poder legislativo "vulnerando la soberanía popular".
Ortega declaró también que teme por su vida.
"Tengo amenazas que pueden atentar contra mi vida y hago responsable al gobierno venezolano si eso llega a ocurrir", señaló la exfuncionaria de 59 años, que planea regresar a Bogotá.
El gobierno conservador del presidente brasileño Michel Temer, que asumió tras el impeachment que el año pasado terminó en la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, ha cuestionado duramente al proceso venezolano.
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Pero Brasil está inmerso en su propia seguidilla de escándalos de corrupción en el marco de la Operación Lava Jato de Petrobras, que tiene en Odebrecht uno de sus principales involucrados.
La investigación alcanzó al mismo Temer, a los exmandatarios Luiz Inácio Lula da Silva, Fernando Collor y Rousseff y tiene bajo la lupa de la justicia a ministros y decenas de legisladores.