Pero el resultado de la acción aún no estaba claro. Un portavoz del Pentágono, George Little, dijo que “la operación no resultó en la captura de Ikrima”.
Según algunos medios, el dirigente de la agrupación extremista murió en el operativo, pero las fuerzas especiales tuvieron que retirarse sin poder confirmarlo.
Uno de los dirigentes de los shebab, Moalim Abdirahman Abu-Isa, confirmó que uno de sus combatientes murió en el operativo, pero no precisó su identidad. También afirmó que varios soldados estadounidenses resultaron heridos.
Ikrima estaba vinculado a los miembros de al-Qaeda Harun Fazul y Saleh Nabhan, ahora fallecidos, que jugaron un papel en los atentados contra las embajadas en Tanzania y Kenia en 1998, declaró el funcionario de Estados Unidos.
Washington había dicho hasta este momento que un “conocido terrorista shebab” fue el objetivo de su operativo en el puerto somalí de Barawe, situado a unos 180 km al sur de la capital, Mogadiscio, sin dar más detalles del hecho.
Controversia por detenido Al Qaida
El portavoz de los shebab, Abdulaziz Abu Musab, dijo a la AFP que “no había combatientes extranjeros o comandantes en Barawe cuando fueron atacados”, y que los estadounidenses “buscaban a alguien que no existía”.