Bagdad. AFP. Las fuerzas iraquíes se enfrentaban este sábado a los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) alrededor de la antigua sede del gobierno provincial de Ramadi, en el centro de la ciudad, según oficiales y responsables locales.
Tras la gran ofensiva lanzada el martes , con la que consiguieron adentrarse en el centro de Ramadi, las tropas gubernamentales seguían intentando expulsar al EI de la ciudad, pero su avance se veía retrasado por los artefactos explosivos, los francotiradores y los ataques suicidas de los yihadistas.
Los militares también veían restringida su capacidad de ataque por la presencia de civiles bloqueados en las zonas de combate. Uno de los evacuados explicó que él y su familia habían sido empleados como escudos humanos por los combatientes del EI que intentaban huir de la ciudad.
Se creía que todavía quedaban unos 400 miembros del grupo yihadista en Ramadi.
Las fuerzas de Bagdad tampoco lograban tomar un cruce estratégico en el barrio de Hoz, cercano a la antigua sede gubernamental, cuyo control es clave para reconquistar la ciudad, tomada por la organización ultrarradical sunita en mayo.
Las características del lugar permitían que un reducido grupo de combatientes pudiera frenar el avance de un grupo mayor.
“El CTS (cuerpo de élite antiterrorista) despejó totalmente el barrio de Hoz y llegó cerca del complejo gubernamental”, expresó el portavoz de las tropas iraquíes, Sabah al Numan, a la AFP.
Otra estrategia. Según el mando militar iraquí, el uso de explosivos por parte del EI obligó al Ejército a cambiar de estrategia. “El plan consistía en entrar a Hoz desde (el barrio de) Dhubbat, pero por culpa de las minas, el CTS se desvió y entró por la orilla del río”, dijo en un comunicado.
“Los combates están causando estragos entre los miembros de Dáesh (acrónimo árabe del EI) y entre las fuerzas iraquíes”, manifestó Ahmed al Dulaimi, un capitán de policía.
Dos miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes murieron y nueve fueron heridos en las últimas horas, agregó. Al menos tres más murieron el viernes, según un alto oficial y dirigentes.
Entre los yihadistas, al menos 23 murieron el viernes, añadieron esas fuentes.
“La octava división del Ejército y el CTS avanzan”, afirmó el coronel Steve Warren, portavoz de la coalición internacional liderada por Washington que brinda apoyo aéreo a las tropas iraquíes.
“Unas 250 familias residentes en Ramadi han podido escapar desde que los combates estallaron en el centro de la ciudad”, indicó, por su parte, Ali Dawood, un responsable de barrio.
Cientos de familias han logrado llegar a campos de desplazados en la provincia, mientras que otras han preferido ir a Bagdad o a la región autónoma del Kurdistán iraquí.
La pérdida de Ramadi en mayo constituyó la peor derrota infligida a las tropas de Bagdad por el Estado Islámico, desde que el grupo yihadista tomó un tercio del territorio del país en el 2014.
Importancia de retomarla. El Ejército llevaba meses preparando el asalto, y poco a poco había logrado controlar los puentes y las carreteras estratégicas alrededor de la ciudad.
Una reconquista total podría ser clave en la lucha contra el grupo Estado Islámico en Irak, ya que permitiría aislar Faluya, un bastión yihadista situado entre Bagdad y Ramadi.
Una victoria también permitiría lavar la imagen del Ejército iraquí, que recibió muchas críticas después de perder amplias franjas de territorio ante el grupo, que en el 2014 proclamó un califato en Siria e Irak.
El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, vaticinó el viernes que, después de retomar Ramadi, sus tropas reconquistarán Mosul (norte), la segunda ciudad del país, que también está en manos del Estado Islámico.