Beirut, Bagdad y Washington. AFP y AP. Los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) continúan avanzando en territorio de Siria y ya controlan la mitad del país, de acuerdo con estimaciones del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.
En las últimas semanas, la agrupación ultrarradical sunita ganó terreno en el centro de aquel país, beneficiándose de la retirada de las fuerzas gubernamentales –en muchos casos– y de la dispersión de los grupos rebeldes opuestos al régimen del presidente Bashar al-Asad.
Pero la arremetida no se limita a Siria. En el vecino Irak, el EI se ha hecho fuerte en la provincia al Anbar, cuya principal ciudad, Ramadi, cayó en poder de los islamistas después de forzar a un repliegue desordenado de las tropas gubernamentales.
Este revés ha sido de tal magnitud que llevó a Estados Unidos e Irak a replantear la estrategia de lucha contra el EI.
Avance en Siria. El progreso del Estado Islámico, que hace casi un año proclamó la instauración de un califato en territorios de Irak y Siria, se evidencia con varios éxitos en la provincia siria de Homs –en el centro– y en la de Alepo, en el norte, puntualizó el OSDH, una ONG que dispone de una vasta red de informantes en Siria.
Muestra de ese avance en los dos países se demuestra –según el geógrafo y analista Fabrice Balanche– con el hecho de que el EI controla alrededor de 300.000 km², una superficie del tamaño de Italia y unas seis veces la de Costa Rica.
Balanche es profesor en la Universidad de Lyon 2, Francia, y director del Grupo de Investigadores y de Estudios del Mediterráneo y del Oriente Medio.
En la provincia de Alepo, fronteriza con Turquía, el Estado Islámico ha expandido su dominio a expensas de otros grupos rebeldes rivales.
Ayer, el grupo avanzaba hacia la ciudad de Marea, situada en una ruta clave para el aprovisionamiento de los insurgentes desde Turquía.
El EI ya apuntó hacia esta localidad en abril, pero no logró tomar la ciudad.
En el centro de Siria, logró avanzar hacia el oeste y el sur a partir de la antigua ciudad de Palmira, tomada por los yihadistas hace diez días.
Así, se hicieron con el control de la localidad de Basire, situada en un importante cruce de carreteras, que conduce a Damasco hacia el sur y Homs.
La captura de esta histórica ciudad siria se producía poco después de que los yihadistas conquistaron Ramadi.
“La ruta de Palmira a la provincia de Al Anbar, en Irak, ya está abierta (para el EI), sin ningún obstáculo”, subrayó Mohamed Hasan Al Homsi, activista local.
Desafío de Ramadi. De allí la importancia para Irak de reconquistar Ramadi; los planes en tal sentido serán el eje de una reunión hoy, en París, entre los cancilleres de los países que luchan contra esa organización.
“No se trata de una reunión habitual de negocios”, indicó alto funcionario del Departamento de Estado a periodistas.
“Vamos a discutir con el primer ministro (iraquí Haider) Al Abadi su plan para liberar Ramadi y la provincia de Al Anbar”, dijo el informante, quien pidió mantener el anonimato.
Ramadi fue conquistada por los yihadistas el 17 de mayo tras una amplia ofensiva y una retirada caótica de fuerzas iraquíes.
El EI controla la mayor parte de –donde se implantó desde enero del 2014– y ha extendido sus límites desde la región de Bagdad hasta las fronteras con Siria, Arabia Saudí y Jordania.
La reunión congregará a ministros y será presidida por el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, y Al Abadi.