Yuba. EFE y AP. Al menos 200 personas murieron ahogadas mientras trataban de huir en barco de la ciudad de Malakal, en Sudán del Sur, por miedo a los combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes , informaron ayer testigos.
Según las fuentes, solo tres niños sobrevivieron al hundimiento, que se produjo el lunes en el río Nilo, al tiempo que precisaron que los fallecidos, la mayoría mujeres y menores, intentaban escapar de Malakal, capital del estado de Nilo Alto, en el norte.
En declaraciones a la radio de las Naciones Unidas en Sudán del Sur, el portavoz militar, Philip Aguer, confirmó la muerte de esas personas cuando el barco en el que se desplazaban se hundió por exceso de carga.
El portavoz culpó a las fuerzas partidarias del exvicepresidente sursudanés Riek Machar de difundir mensajes telefónicos en los que advertían de que esa ciudad estaba siendo atacada.
Lamentó ese “incidente desastroso” y confirmó los duros enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes en Malakal y en la ciudad de Bor, capital del estado sursudanés de Jonglei.
El portavoz rebelde, Lul Ruai Koang, declaró ayer en Adis Abeba –donde se desarrollan las conversaciones de paz e ntre ambas partes– que los sublevados tomaron el control de la estratégica ciudad de Malakal, si bien ese extremo no fue confirmado por Aguer.
La guerra en el país más joven del mundo ha desplazado a más de 400.000 personas desde mediados de diciembre. Las líneas del frente cambian constantemente a medida que ambas partes capturan y pierden territorio en batallas con un marcado carácter étnico.
Con el cambio de gobierno en ciertas regiones, decenas de miles de personas han abandonado sus viviendas para escapar de combates que enfrentan a la etnia dinka, del presidente Salva Kiir, contra el grupo nuer, de su rival Riek Machar, el destituido vicepresidente que comanda a los rebeldes.
Más refugiados. Entretanto, La ONU confirmó el martes que una de sus bases en Sudán del Sur vio en las últimas horas duplicar el número de refugiados en sus instalaciones en medio de nuevos enfrentamientos armados.
La Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) reportó combates intensos en los alrededores de su base en Malakal desde primera hora de la mañana, donde llegaron a caer algunas balas en medio del fuego cruzado, detalló el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.
Los responsables de la base de UNMISS han tenido que atender a “docenas” de personas heridas, además de hacer frente al reto de recibir a unas 10.000 personas en busca de refugio, con lo que casi se duplica el número de personas en sus instalaciones, puntualizó.
El portavoz recordó a todas las partes en Sudán del Sur su obligación de no atacar al personal del organismo internacional, además de respetar la integridad de todas sus instalaciones.