Caracas. AP. A las penurias que padecen los venezolanos por la desbordada inflación y el desabastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos se le sumó una nueva: la escasez de ataúdes.
La falta de materiales para fabricarlos obligó a las empresas del sector a recortar entre 20% y 30% la producción, lo que generó problemas de abastecimiento de ataúdes y forzó a algunas funerarias a limitar sus servicios, indicaron empresarios del sector.
Parte de esas dificultades las vivió de cerca Edicson Rueda, un humilde técnico de aires acondicionados de 24 años, que debió pasar dos días para conseguir la fosa y el ataúd para su hija de cinco años que murió a inicios de semana.
Desesperación. Devastado por la muerte de su pequeña y con los ojos aún hinchados de tanto llorar, Rueda relató, a las puertas de una pequeña y modesta funeraria de la barriada pobre de Catia, en el oeste de la capital, que la empresa encargada del entierro tuvo que buscar entre varias funerarias para conseguir un ataúd adecuado.
“Nos tocaba enterrarla hoy, pero no había cupo en los cementerios y entonces tuvieron que prepararla un día más”, indicó el joven y explicó que el entierro de su hija debió retrasarse dos días.
El expresidente de la Cámara de Funerarias y Afines, Pedro Navarro, indicó que los fabricantes de urnas del país vienen enfrentando desde inicios de año grandes dificultades para conseguir las láminas de metal necesarias para elaborar los ataúdes porque las principales proveedoras no tienen el producto por problemas de producción en la estatal Siderúrgica del Orinoco (Sidor).
Las autoridades no han emitido comentarios sobre la escasez de las láminas y los problemas de producción de Sidor.
Navarro explicó que esa situación obligó a las empresas fabricantes de urnas a realizar intensas búsquedas para adquirir las escasas láminas que hay el mercado y limitar sus producciones.