Nairobi. AFP. La comunidad católica del suburbio de Kangemi, en Nairobi, se siente privilegiada por la misa que Francisco oficiará allí el próximo viernes, como parte de la primera visita del Pontífice a África.
“La gente está muy, muy entusiasmada porque es un gran honor”, aseguró Peter Magu, miembro del comité local que organiza la visita del Papa.
En la primera visita a África de su pontificado, Francisto viajará a Kenia (25-27 de noviembre), a Uganda (27-29 de noviembre) y a la República Centroafricana (29-30 de noviembre).
Durante su gira por el continente, se espera que el Pontífice exprese un mensaje de paz , de justicia social y de diálogo entre el islam y el cristianismo.
La visita a Kangemi, un suburbio ubicado en la periferia de la capital keniana y en el cual viven cerca de 200.000 personas, será uno de los momentos álgidos de su viaje.
El Pontífice, que nació en una familia humilde de Buenos Aires, está acostumbrado a recorrer los barrios desfavorecidos como Kangemi, donde residen unos 20.000 católicos.
La cercanía de Francisco con los menesterosos quedó patente en marzo del 2013, tres días después de su elección, cuando declaró que quería “una Iglesia pobre, para los pobres”.
“Para mí y para la mayoría de la gente de aquí, el Papa es una persona distinta, muy humilde, con los pies en el suelo, un papa del pueblo”, dice Magu. “Que venga hasta aquí para mezclarse con los desfavorecidos, los enfermos, los refugiados y las personas mayores, es un gesto extraordinario”, añadió.
Entusiasmo. El Papa oficiará el viernes 27 una misa en el templo de San José de Kangemi , donde los jesuitas –a los que pertenece Francisco– son muy activos y ayudan a los pobres, los huérfanos y los enfermos de sida.
“La visita nos devuelve nuestra dignidad como pobres. La mayor parte del tiempo se nos desprecia. Pero aquí viene una persona que nos dice: vosotros también sois importantes. Es muy importante para nosotros. Nos sentimos más humanos. Nos sentimos igual que los demás a los ojos de Dios”, añadió Magu.
“Hay entusiasmo en todo el país y, sobre todo, en Kangemi, porque uno no espera que el Pontífice venga a un lugar como este”, explicó el sacerdote Joseph Oduor Afulo, que dará misa junto a Francisco. Para él, lo que caracteriza al Papa es su sencillez y “la atención que le dedica a los más vulnerables”.
Las autoridades de Nairobi estiman que 1.200 personas asistirán a la misa del viernes, incluidos 300 habitantes de Kangemi. Los demás acudirán desde otros suburbios de Nairobi: Kibera, Mathare, Kariobangi, Kamawangware y Kibagare.
Los países que acogerán la visita papal –que cuentan con importantes comunidades católicas– han vivido violentos conflictos civiles. En Kenia destacan los casos de la toma, en el 2013, de un centro comercial de Westgate en plena capital, así como el ataque yihadista en la Universidad de Garissa , el 2 de abril del 2015, que dejó 148 muertos.
Por otro lado, en Kangemi, un suburbio de casas de madera y techos de chapa, las autoridades han cubierto varios caminos de tierra con gravilla, han reparado la iluminación pública y han desatascado las canalizaciones, ante la llegada del Papa.
Por esa razón, este domingo, los fieles que salían del templo de San José se alegraban de la visita de Francisco, pues, según ellos, ya ha permitido mejorar aspectos de su vida cotidiana.