Trípoli
La elección de un nuevo primer ministro en Libia en sustitución de Abdala al Zani, que dimitió el pasado 13 de abril, ha desembocado en una nueva crisis política que refleja el desconcierto que impera en el país.
El presidente en funciones del Parlamento libio, su primer vicepresidente Azeldin al Awami, invalidó este domingo la elección de Ahmed Maitiq como primer ministro pocas horas después de haberse producido, por considerar que se llevó a cabo después de que la sesión hubiera sido levantada.
Su elección, por 121 votos, había sido rechazada por varios parlamentarios que consideraban que la votación no había respetado el procedimiento legal, como finalmente parece haber confirmado Al Awami.
"Lo que ocurrió tras la clausura de la sesión, es decir, la continuación del proceso, el aumento de los votos, el anuncio de la victoria de candidato y su encargo de formar gobierno no tiene validez y es contrario a la ley", sentenció Al Awani.
En una sesión caótica y repleta de divergencias y discusiones entre los parlamentarios se procedió este mediodía a una primera votación en la que Maitiq logró 71 apoyos, mientras que su contrincante, Omar al Hasi, obtuvo 43. Otros 36 legisladores votaron en blanco.
Posteriormente, se convocó una segunda sesión en la que Maitiq, un empresario de 43 años formado en el Reino Unido, consiguió 113 sufragios, siete por debajo de los 120 necesarios para ser designado primer ministro.
Esta segunda votación fue seguida de una gran confusión debido a una discusión que estalló entre distintos parlamentarios, en especial los integrantes de la Alianza Fuerza Nacional, el partido con mayor representación en la Asamblea Legislativa, que se retiraron por considerar que la sesión se había levantado.
Sin embargo, inmediatamente después se propuso una tercera ronda de voto en la que Maitiq logró 121 apoyos, suficientes para recibir el encargo de formar nuevo Gobierno antes de dos semanas.
Pero Al Awami insistió horas después en un mensaje enviado al primer ministro en funciones Abdala al Zani, que el último recuento válido era el de 113 votos, insuficientes para lograr la confianza de la Cámara.
Dada la situación, el presidente en funciones de la Asamblea Legislativa ha solicitado a Al Zani que continúe al frente del Gobierno hasta que se proceda a la elección de un nuevo primer ministro.
Ya poco después de que Maitiq se hubiera impuesto, gracias al respaldo del grupo islamista Justicia y Construcción, el diputado independiente Al Sharif al Wafi, cercano a la Alianza Fuerza Nacional, denunció que la elección no se había hecho correctamente.
"Maitiq no es presidente", había insistido Al Wafi en una rueda de prensa.
La elección de un nuevo jefe del Ejecutivo para sustituir al efímero Abdala al Zani, que asumió la presidencia del Gobierno el 11 de marzo, ha estado rodeada de polémica desde la primera sesión celebrada el pasado martes.
Entonces, la reunión para la designación del nuevo jefe de Gabinete se tuvo que suspender al producirse un tiroteo a las puertas del Parlamento entre un grupo de milicianos y agentes de seguridad de la Asamblea.
El portavoz del Congreso Nacional, Omar Hamidan, acusó a uno de los candidatos descartados en la primera ronda de votación, Mohamed Bukar, de estar detrás del ataque contra la Asamblea.
Bukar, aspirante por el partido Alianza Fuerza Nacional, se había quedado fuera de la segunda vuelta a solo dos votos de Al Hasi.
Matiq, originario de la ciudad de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli, estudió Ciencias Económicas y Administración Empresarial en el Reino Unido y es dueño de una cadena de hoteles.
Para aplicar su plan de gobierno, cuyo principal eje es la implantación de la estabilidad y la seguridad en el país mediante la introducción de medidas excepcionales y urgentes y la reconstrucción del Ejército y los cuerpos y aparatos de seguridad, aun tendrá que esperar a que los diputados decidan otorgarle su confianza en la próxima ronda de votaciones.