El Cairo. AFP. Más de 500 partidarios del expresidente islamista Mohamed Mursi, derrocado por el Ejército, fueron condenados a muerte ayer en primera instancia por la violencia de mediados del 2013.
El fallo se adoptó durante un juicio expeditivo en el marco de una sangrienta represión de los islamistas en Egipto.
De las 529 personas condenadas a la pena capital, solo 153 se encuentran detenidas, y las otras están prófugas, precisaron las fuentes. Desde que el Ejército derrocó a Mursi el 3 de julio , 1.400 de sus partidarios murieron por la represión y otros miles fueron encarcelados.
Diecisiete de los inculpados fueron absueltos.
Este veredicto, sin precedentes en la historia del país árabe, es “una catástrofe, una mascarada y un escándalo que tendrá consecuencias para Egipto durante años”, manifestó Gamal Eid, experto jurídico que dirige la Red Árabe para la Información sobre los Derechos Humanos.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea afirmaron estar “profundamente preocupados” por estas condenas a muerte.
“Simplemente no parece posible que una revisión justa de la evidencia y los testimonios, conforme a los estándares internacionales, pueda realizarse para 529 acusados tras dos días de juicio”, declaró un funcionario del Departamento de Estado estadounidense.
“Sea cual sea la gravedad de los crímenes por los que han sido condenados, la pena de muerte nunca se puede justificar”, indicó la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en un comunicado.
“Es el mayor número de condenas a muerte simultáneas que hemos visto en los últimos años, no solo en Egipto, sino en cualquier país del mundo”, recalcó Amnistía Internacional .
Sin embargo, según los expertos, la ley egipcia prevé un nuevo juicio para todos los acusados prófugos que se entreguen a la Justicia y una apelación ante la Corte de Casación podría permitir a los condenados detenidos actualmente obtener también un nuevo juicio o que su pena sea conmutada.
En total, más de 1.200 personas están procesadas por esos actos de violencia que tuvieron lugar a mediados de agosto en la gobernación de Al-Minya, a 250 kilómetros al sur de El Cairo.
Se trata del juicio más importante desde el comienzo de la represión contra los partidarios de Mursi, lanzada a principios de julio pasado, tras el derrocamiento del único jefe de Estado elegido democráticamente en el país.
Otras 700 personas deben comparecer el martes, incluidos varios dirigentes de la cofradía de los Hermanos Musulmanes, de Mursi. También en este caso, muchos de los acusados están prófugos.
Casi todos los dirigentes de los Hermanos Musulmanes son juzgados actualmente y corren peligro de ser condenados a muerte, incluso Mursi.