Beirut. AP. Casi una docena de las poderosas facciones rebeldes de Siria, incluida una vinculada con al-Qaeda, rompieron ayer con el principal grupo opositor en el exilio y pidieron que el país se someta a la ley islámica, propinándole un duro golpe a la coalición respaldada por Occidente.
La nueva alianza representa un potencial punto de inflexión en la guerra civil, al consolidar el cisma en filas de la rebelión y dar combustible al presidente Bashar al-Asad, quien afirma que su régimen combate a extremistas islámicos.
La Coalición Nacional Siria , radicada en Turquía y brazo político del Ejército Sirio Libre (FSA, por sus siglas en inglés), ha sido acusada desde hace tiempo por los que combaten en el interior de Siria de ser un títere promovido por Occidente y los Estados árabes del golfo Pérsico que respaldan la rebelión.
El rechazo público el miércoles a la autoridad de la Coalición probablemente será muy dañino para su futuro en Siria, en especial en un momento en que Estados Unidos y Rusia presionan para que se lleven a cabo conversaciones de paz.
“Si los grupos involucrados hacen válida esta declaración, creo que esto podría ser algo muy grande, en especial si conduce a una alianza más estructurada en lugar de simplemente una posición conjunta”, manifestó el analista político Aron Lund.
“Básicamente significa que algunas de las mayores fuerzas islamistas de la corriente principal dentro del llamado FSA están rompiendo con la conducción política que les nombró Occidente y los Estados del Golfo , para unir su suerte a la de los islamistas más radicales opuestos a los países occidentales”, añadió Lund.
El anuncio tuvo lugar menos de dos semanas después de que la Coalición eligió un primer ministro interino, Ahmad Touma para que organizara el Gobierno en territorios controlados por la oposición.
En un comunicado conjunto, 11 grupos insurgentes, incluido Jabhat al-Nusra, al que el Departamento de Estado estadounidense considera una organización terrorista, dijeron rechazar la autoridad de la Coalición Nacional Siria, así como el nombramiento de Touma.
“Estas fuerzas exhortan a todas las fuerzas militares y civiles a unirse bajo un marco islámico claro basado en la ley de la sharía, que debería ser la única fuente de legislación”, afirmaron los firmantes.
Indicaron que “no reconocen" a ningún gobierno futuro formado fuera de Siria, e insistieron en que las fuerzas que combaten dentro del país deberían estar representadas por “los que sufrieron y participaron en los sacrificios”.