Pekín (EFE).
El activista chino Guo Feixiong, conocido por participar en recientes campañas ciudadanas para pedir al Gobierno chino mayor transparencia sobre las fortunas de los altos cargos, fue detenido y acusado de organizar manifestaciones y perturbar el orden público.
Según un comunicado enviado el martes por la organización Human Rights in China (HRIC), Guo, también conocido por el nombre de Yang Maodong, permanece en un centro de detención desde el 8 de agosto, aunque los cargos contra él no fueron remitidos a sus familiares hasta más de una semana después, práctica habitual en China, donde a veces se llega a tardar más de un mes.
Guo participó en febrero en una campaña de recolección de firmas para pedir al Legislativo que China se adhiera plenamente a la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, firmada en 1998 por Pekín y que aún no es ratificada.
Antes, el activista manifestó su apoyo público a la huelga que periodistas cantoneses protagonizaron a principios de este año contra lo que consideraban intentos de las autoridades de aumentar la censura en uno de los más famosos medios del sur de China, el Southern Weekly.
También estuvo anteriormente cinco años en prisión (de 2006 a 2011) , por escribir artículos de apoyo a uno de los más famosos disidentes chinos, el abogado Gao Zhisheng, y desde su puesta de libertad ha sufrido continua vigilancia y acoso de las autoridades, que lo han retenido o interrogado en varias ocasiones.
Durante su estancia en la cárcel, HRIC denunció que Guo fue objeto de torturas, y que su familia sufrió presiones y amenazas, hasta el punto de que algunos de sus parientes optaron por huir a Estados Unidos.
Según HRIC –con sede en Hong Kong– la detención de Guo es parte del cerco del régimen comunista a las actuales campañas ciudadanas pro transparencia del Gobierno comunista, y en la que también se detuvo al prominente activista Xu Zhiyong, algo ampliamente criticada por las ONGs y algunos gobiernos occidentales.
Xu, quien es líder del movimiento Nuevos Ciudadanos, fue detenido en julio, y se presentaron contra él los mismos cargos de manifestación ilegal y perturbación del orden que ha recibido Guo.
El diario Global Times, ligado al Diario del Pueblo, escribió en su editorial del martes que el régimen "no ha encontrado una forma madura de lidiar con estos individuos".
El editorial asegura que tanto Xu como Guo "juegan un nuevo papel en la sociedad, y no todo lo que hacen es negativo", aunque por otra parte también se une a la opinión oficial y sostienes que "ponen en peligro el sistema de gobernabilidad social y la estabilidad a largo plazo".
El diario independiente South China Morning Post opina que la simple mención de los activistas en la prensa afín a Pekín, acompañados de algunos comentarios positivos sobre ellos, aunque no todos, es un signo positivo, así como una muestra de tímido aperturismo oficial hacia las cuestiones de derechos humanos.