Homs, Siria. AFP. Decenas de civiles bloqueados desde hace más de un año y medio en el casco viejo de la ciudad siria de Homs (centro del país) fueron evacuados ayer después de que se alcanzó un acuerdo entre el Ejército y los rebeldes en uno de los principales frentes del conflicto en el país árabe.
En total, 83 civiles fueron sacados de Homs, en el marco de un “acuerdo humanitario de tres días entre las partes en conflicto”, indicó en Nueva York el portavoz de la ONU, Farhan Haq.
“Las personas que pudieron partir son mujeres, niños y ancianos”, explicó, y fueron trasladados a lugares de su elección escoltados por la ONU y la Cruz Roja.
Voluntarios de la Media Luna Roja ayudaron a los ancianos a subir en autobuses y una mujer fue evacuada en una camilla. Asimismo, un video difundido por un activista muestra a una persona muy mayor, envuelta en una manta abrazando a su hijo por primera vez en 18 meses.
Faltan casi 3.000. Estos civiles forman parte de las 3.000 personas bloqueadas desde junio del 2012 en el casco viejo de la ciudad de Homs, controlada por los rebeldes y asediada por las tropas del régimen de Bashar al-Asad.
Esta evacuación, autorizada únicamente para los niños, los mayores de 55 años y las mujeres, fue posible gracias a otro acuerdo entre la ONU y el régimen sirio.
El convenio prevé igualmente la llegada de ayuda humanitaria para quienes deseen permanecer en los barrios asediados, en manos rebeldes. La ayuda, consistente en primeros auxilios y alimentación, comenzará a distribuirse el sábado, de acuerdo con el gobernador de Homs, Talal Barazi.
El proceso de evacuación continuará en los próximos días, indicó con anterioridad Barazi.
Según activistas opositores al régimen, este acuerdo prevé, asimismo, una tregua de cuatro días.
La comunidad internacional denunció en varias ocasiones la desesperada situación humanitaria de los 13 barrios rebeldes del casco antiguo de Homs.
El asedio agravó las condiciones de vida. A los bombardeos casi diarios se suma la escasez de alimentos y de material sanitario.
Ayuda vital. Según la ONU, el convenio “permitirá suministrar ayuda vital a unos 2.500 civiles”.
El acuerdo es el primer gesto humanitario del régimen desde la primera ronda de negociaciones en Ginebra entre el Gobierno y la oposición, bajo la supervisión de Naciones Unidas, a finales de enero.
El régimen confirmó ayer su participación en la segunda ronda , prevista para el lunes.
Las negociaciones se realizan bajo la presión de Rusia, aliada del régimen sirio, y de Estados Unidos, que apoya a la oposición, con la esperanza de encontrar una solución pacífica a un conflicto que en casi tres años ha dejado más de 136.000 muertos.
“Se decidió que la delegación de la República Siria participe en la segunda ronda de negociaciones de Ginebra”, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Mukdad, miembro de la delegación oficial.
El régimen de Damasco, que califica a los rebeldes de terroristas, quiere centrar el debate en el terrorismo. La oposición quiere enfocarlas en una transición política que excluiría a Asad.