Bogotá. AFP. El gobierno de Colombia atendió este lunes el “drama” por la deportación de cientos de ciudadanos desde Venezuela en los últimos días, en el marco del estado de excepción decretado por Caracas y que mantiene cerrada una parte de la frontera binacional .
Desde la ciudad de Cúcuta, unos 600 kilómetros al noreste de Bogotá, los ministros de Interior, Juan Fernando Cristo, y de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, siguieron personalmente la situación y recorrieron esa conflictiva zona del departamento de Norte de Santander para reunirse con decenas de deportados .
“Es un drama social (...) es un drama humanitario que estamos atendiendo aquí en Cúcuta”, dijo Cristo en conferencia de prensa desde esa ciudad, donde las autoridades buscaban responder a los casos de cientos de colombianos deportados, la mayoría por supuestas irregularidades migratorias y sin sus familias ni sus bienes.
Según un comunicado oficial, firmado por el presidente Juan Manuel Santos, en Cúcuta se instaló un centro de mando unificado para “velar por los derechos de los colombianos que han sido deportados, agilizar la reunificación familiar y mantener informada a la población”.
Santos, quien dijo haber apostado por “el camino del diálogo y la diplomacia” ante esta crisis, se refirió al tema con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, según dijo este último tras reunirse con el mandatario en Bogotá.
Cerca de 1.000 colombianos han sido deportados desde que entró en vigor el viernes un estado de excepción de 60 días decretado por el presidente venezolano Nicolás Maduro en un sector de la frontera, según informó José Vielma Mora, gobernador del estado Táchira, fronterizo con Santander.
La canciller colombiana y su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, se reunirán este miércoles en Cartagena de Indias para dialogar sobre la crisis en la frontera binacional.