El órgano hemisférico dijo en un informe que alrededor de 200 pueblos aislados (cerca de 10.000 personas en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela) se hallan en “una situación única de vulnerabilidad” pues no pueden abogar por sus propios derechos. “Las principales amenazas al pleno goce de los derechos humanos de los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial, son resultado del contacto”, reza una parte del informe.
“Si se logra evitar el contacto con personas ajenas a sus pueblos, los pueblos indígenas en aislamiento voluntario están en mayor capacidad de satisfacer sus necesidades de subsistencia de su entorno y de manera autosuficiente, como lo han hecho por años”.
Estos pueblos indígenas se ven además expuestos a las consecuencias generadas por la demanda constante de recursos naturales ubicados dentro de sus territorios, las cuales causan incursiones de personas ajenas que ocasionalmente se tornan violentas y que además pueden traer epidemias, escasez de alimentos y pérdida de su cultura, explicó el documento.
La Comisión exhortó a los Estados a establecer el derecho de los pueblos indígenas a decidir permanecer en aislamiento voluntario; a proteger sus tierras, territorios y recursos naturales para evitar su desaparición, y asegurar el respeto del principio de no contacto por parte de cualquier persona.
La CIDH, órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos, tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actuar como órgano consultivo en la materia. La integran siete miembros independientes.