Pekín
China redujo este domingo su objetivo de crecimiento para el 2017, en cerca de 6,5% del PIB, y advirtió de los peligros de la presión mundial para imponer controles comerciales, mientras Pekín intenta construir una economía basada en el consumo y reducir su dependencia en las exportaciones y la inversión.
En un discurso ante la legislatura nacional, el primer ministro, Li Keqiang Li, prometió más medidas para recortar el excedente en la producción de acero que está tensando las relaciones con Estados Unidos y Europa. Se comprometió a dar un trato igualitario para las empresas extranjeras, en aparente respuesta a las quejas de que Pekín intenta expulsarlos del sector de la tecnología y otros mercados prometedores.
Tal redución en la segunda economía del mundo supone un descenso con respecto al incremento del 6,7% del año pasado. De alcanzarse, estaría entre los más sólidos del mundo, lo que refleja confianza en que los esfuerzos para crear nuevas industrias están ganando impulso.
A su vez, el dirigente pidió que se preste atención a los riesgos del aumento de la deuda china, que los economistas consideran una amenaza cada vez más grande al crecimiento.
En el informe del domingo, también se pide la creación de 11 millones de nuevos puestos de trabajo, un incremento con respecto al objetivo de 10 millones del año pasado en un posible signo de mayor optimismo en las autoridades.
Li también prometió "igualdad de oportunidades" y "reglas justas" para las empresas privadas en una economía controlada por el estado. Anunció cambios como la reducción de impuestos para compañías pequeñas y la simplificación del proceso para registrar una firma privada.
Además, se comprometió a que las empresas extranjeras recibirán el mismo trato que las chinas, dentro del plan gubernamental China Manufacturing 2025.
China en el plano mundial
En un momento en que Estados Unidos y Europa demandan controles comerciales, Li advirtió que China afronta “situaciones más complicadas y graves” a nivel nacional que las que se perfilan en el extranjero.
"La tendencia a la desglobalización y el proteccionismo están creciendo", señaló Li. "Hay mucha incertidumbre sobre la dirección de las políticas de las grandes economías y sus efectos, y los factores que podrían crear inestabilidad e incertidumbre están creciendo visiblemente", señaló.
Los líderes chinos defendieron públicamente la libertad de comercio en respuesta a las promesas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de elevar los aranceles sobre los productos chinos, aunque los socios comerciales se quejan de que la de Pekín es de la grandes economías mundiales más cerradas.
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En asuntos políticos, Li advirtió que Pekín no tolerará ningún movimiento del gobierno elegido por el pueblo de la autogobernada Taiwán hacia la independencia formal.
"Nos opondremos con contundencia y contendremos las actividades separatistas para la independencia de Taiwán", dijo.
En este sentido, el Ministerio de Finanzas de China informó que el presupuesto de defensa del país superará por primera vez el billón de yuanes ($145.000 millones).