La Haya, La Paz y Santiago. AFP y EFE. Bolivia dio ayer otro giro en su centenario diferendo con Chile, al presentar la memoria de su demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para presionar a Santiago a negociar una salida al océano Pacífico.
La Paz ha señalado en forma reiterada que el tratado con Chile por el cual Bolivia renunció a su costa tras la guerra del Pacífico se firmó bajo amenaza chilena de continuar el conflicto bélico.
Bolivia planteó en La Haya una argumentación elaborada en secreto por juristas nacionales e internacionales; la demanda pretende, en esencia, llevar a Santiago a iniciar una negociación sobre su costa marítima.
Lo que Bolivia “solicita a la Corte Internacional de Justicia es que falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacifico”, resumió el canciller David Choquehuanca.
Los ministros bolivianos, la Central Obrera y los sectores sociales del país cerraron filas el martes en apoyo a la presencia de Morales en la CIJ, para presentar los alegatos de su reclamo, mientras la oposición pidió no politizar el tema.
Funcionarios y los dirigentes sociales se reunieron en el palacio de Gobierno de La Paz para seguir las actividades de Morales, transmitidas por el canal estatal, y asistieron al homenaje de un regimiento militar que desfiló y entonó el himno boliviano al mar.
En tanto, en Chile, la demanda boliviana se consideró “artificiosa” y carente de “fundamento jurídico”, según el ministro de Relaciones Exteriores, Haroldo Muñoz.
En su opinión, ese paso revierte un proceso de “diálogo constructivo y de generación de confianzas mutuas” que Chile ha “privilegiado”, respetando el derecho internacional y los tratados bilaterales.
Muñoz subrayó que el Gobierno de su país “no adelantará pronunciamientos sobre cuestiones de fondo, de procedimiento o de jurisdicción” sobre la demanda y se reservará el uso de los recursos que le confiere el derecho internacional.
Tras la presentación de la memoria por Bolivia en La Haya, Chile dispone ahora de un plazo de 90 días para decidir si acepta la jurisdicción de la CIJ en el tema.
Si Chile reconoce la jurisdicción del tribunal, deberá presentar la contramemoria con sus argumentos escritos el 18 de febrero de 2015.
La solicitud de Bolivia no pediría, sin embargo, la revisión del Tratado de Paz y Amistad de 1904.
“Es un tratado forzado, un tratado impuesto bajo amenazas”, reitera Morales cada vez que Chile alega que la cuestión ya se zanjó.