Damasco. AFP. Al menos 121 personas murieron en bombardeos con barriles explosivos lanzados este fin de semana por el Ejército sirio contra diferentes barrios de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, en uno de los bombardeos más mortífero llevados a cabo por el régimen.
Unas 36 personas murieron ayer en ataques de la aviación con barriles de explosivos contra barrios del este de Alepo, dijo a la AFP el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El sábado, “al menos 85 personas murieron cuando helicópteros lanzaron barriles de explosivos sobre barrios controlados por los rebeldes” en Alepo, otrora capital económica del país, afirmó esta organización cuya sede se encuentra en Gran Bretaña.
Hay que remontar al 15 de diciembre para tener un balance de víctimas tan elevado en un bombardeo similar, con 76 muertos entonces.
Estos ataques se produjeron al día siguiente del cierre sin resultados de las negociaciones de paz en Ginebra entre el régimen y la oposición , conocidas como Ginebra II.
Paralelamente, el Ejército lanzó una ofensiva para entrar en los barrios rebeldes del este de la ciudad, y el ministro sirio de Defensa, el general Fahd Jasem al-Freij, se trasladó el viernes al lugar, de acuerdo con la agencia oficial Sana.
Según el diario Al-Watan , cercano al poder, el Ejército “limpió” la mayoría del barrio de Karam al-Tarab al este y el de Bani Zeid al norte. El Ejército quiere avanzar hacia estos barrios para atenazar militarmente la ciudad .
Tras el fracaso de Ginebra II, el viceministro de Asuntos Extranjeros, Faysal Mokdad, criticó con dureza el domingo a la oposición, acusándola de “mentiras e hipocresía ante el pueblo sirio y el mundo entero” desde hace tres años.
Según la agencia Sana, Mokdad trató a los miembros de la oposición de “mercenarios manipulados por las fuerzas extranjeras” y dijo que eran “totalmente responsables de la falta de resultados en Ginebra, debido a su rechazo a comprometerse sobre principios que ningún sirio puede rehusar: la unidad de Siria, su independencia, así como su soberanía”.
Para Al-Watan , “la guerra ya no es militar, se ha trasladado a los terrenos político y diplomático, terrenos que los sirios (del régimen) dominan bien.
Pero Occidente quiere incrementar la presión sobre Damasco para obtener un mejor acceso humanitario.
Un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad se alista para pedir que organizaciones humanitarias puedan acceder a Homs, en el centro del país, y a otras ciudades asediadas.