EscucharBagdad. AP. Casi un millar de iraquíes murieron en setiembre en uno de los meses más mortíferos en años, reveló ayer la ONU, un cuadro sombrío que refleja la determinación de los milicianos por desencadenar un conflicto sectario.
Irak sufre el peor brote de violencia desde el 2008, con ataques casi diarios y explosiones incesantes atribuidas a los insurgentes sunitas. El aumento en las agresiones ocurre tras la represión del gobierno de mayoría chiita sobre un campamento de opositores en el norte de Irak, en abril. Ha habido más de 5.000 muertos desde entonces.
Un informe de la ONU dijo que registró en setiembre la muerte de 979 iraquíes en ataques insurgentesDe ellos, 887 eran civiles y el resto, soldados y policías.
La cifra fue ligeramente inferior a la de julio – 1.057 fallecidos– pero de todos modos constituye una de las más elevadas en años.
El reporte puntualizó que el sector más afectado fue la capital, Bagdad, donde 418 personas murieron en setiembre. Agregó que en ese mes hubo 2.133 heridos.
El representante de la ONU en Bagdad, Nickolay Mladenov dijo que el informe es alarmante y pidió a los rivales políticos conversar.
“En momentos en que los terroristas siguen atacando iraquíes indiscriminadamente, exhorto a todos los líderes políticos a aunar esfuerzos para promover el diálogo nacional y la reconciliación”, dijo Mladenov, según el documento. “Los líderes políticos, religiosos y civiles, como también los servicios de seguridad, deben trabajar conjuntamente para poner fin al baño de sangre y garantizar que todos los ciudadanos iraquíes se sientan igualmente protegidos”.
Horas antes, la filial de al-Qaeda en Irak se atribuyó los ataques dinamiteros del lunes que dejaron 55 muertos en vecindarios chiitas de Bagdad.
