Nueva York
Un joven bengalí fue condenado el viernes a 30 años de prisión tras haberse declarado culpable de querer detonar una bomba frente a la Reserva Federal de Nueva York en nombre de al-Qaeda, indicó la fiscalía federal estadounidense.
Quazi Mohammad Rezwanul Ahsan Nafis, de 22 años, escuchó la sentencia de la jueza Carol Amon en una audiencia en los tribunales de Brooklyn (sudeste de Nueva York).
Nafis había sido arrestado el 17 de octubre del año pasado cerca de la sede de la Reserva Federal en el sur de Manhattan tras activar lo que creía era una bomba de 1.000 libras (unos 450 kilos) colocada en un auto.
Sin embargo, el joven bengalí nunca supuso un verdadero peligro porque las dos personas que creía eran sus cómplices y que le facilitaron los falsos explosivos eran un informante y un agente encubierto del FBI, la oficina federal de investigaciones estadounidense.
Si bien en un primer momento rechazó las acusaciones en su contra, Nafis se declaró culpable el pasado 7 de febrero de "intento de uso de arma de destrucción masiva".
"Nafis vino a Estados Unidos radicalizado y decidido a llevar a cabo la yihad en nuestro territorio. Buscó cometer asesinato masivo en el sur de Manhattan en nombre de al-Qaeda. La perspectiva de muerte y destrucción extendidas no pudieron disuadirlo de su mortífero plan", dijo la fiscal Loretta Lynch.
"Los objetivos de Nafis de martirio y matanza fueron desbaratados por la vigilancia de nuestros agentes. Ahora pasará 30 años en el lugar al que lo han llevado sus acciones, una celda de una prisión federal", agregó.
Según los documentos presentados en el tribunal por la fiscalía, Nafis llegó a Estados Unidos a principios de 2012 con conocimientos sobre cómo fabricar bombas para llevar adelante la guerra santa de los musulmanes en territorio estadounidense.
"Nafis intentó reclutar individuos para formar una célula terrorista en Estados Unidos. Nafis también buscó de manera activa contactos con Al Qaida en Estados Unidos para ayudarlo a llevar a cabo un ataque", agregó la fiscalía.
Pero el joven no se dio cuenta que uno de los individuos que intentó reclutar era un informante del FBI, que lo condujo a su vez a un agente encubierto de esa oficina.
Tras evaluar varias posibilidades, entre ellas atentar contra un alto responsable estadounidense o la Bolsa de Nueva York, Nafis decidió llevar adelante un ataque con bomba contra la Reserva Federal de la ciudad.
El 17 de octubre, día para el cual fue planeado el ataque, el acusado se encontró con el agente encubierta y condujeron una camioneta que el joven bengalí creía repleta de explosivos hasta la Reserva Federal.
Nafis fue detenido en un hotel cercano cuando intentó detonar de manera repetida pero sin éxito el coche-bomba.
Siempre según la fiscalía, el joven escribió una declaración asumiendo la responsabilidad por el ataque en la que decía que quería "destruir Estados Unidos" y en la que calificaba de "querido" a Osama bin Laden, el líder de la red terrorista Al Qaida eliminado por Estados Unidos en mayo de 2011.