Tokio
La empresa eléctrica más grande de Japón, Tepco, admitió este lunes por primera vez que sus aguas subterráneas radiactivas acumuladas a los pies de la central accidentada de Fukushima se habían filtrado al océano Pacífico.
Esta confesión interviene al día siguiente de las elecciones senatoriales que han visto la victoria del Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) del primer ministro Shinzo Abe, ampliamente pro-nuclear.
Tokyo Electric Power (Tepco) que gestiona la central accidentada Fukushima Daiichi, había anunciado a principios de julio fuertes dosis de elementos radiactivos tóxicos habían sido detectados en estas aguas subterráneas.
Informó entre otros de una multiplicación por 110 del nivel de cesio 134 medido en un pozo de extracción situado entre los reactores y el mar.
Estas sustancias radiactivas se escaparon de los reactores de la central arrasada por el sismo y el tsunami del 11 de marzo de 2011 en el noreste del archipiélago antes de contaminar las aguas subterráneas.
Tepco sostuvo sin embargo que estas aguas contaminadas habían sido ampliamente contenidas por las bases de hormigón y armazón de sus fundaciones de la central, y parecía descartar una difusión masiva en el mar.
"Ahora pensamos que el agua contaminada se ha filtrado al mar", declaró un portavoz de la compañía encargada de alimentar en electricidad la megalópolis de Tokio.
Afirmó sin embargo que el impacto de este escape radioactivo en el océano será limitado.
"Los datos sobre el agua de mar no muestran aumento anormal de las tasas de radiactividad", aseguró este portavoz.
Expertos en medioambiente advierten que los escapes radioactivos de este tipo podrían afectar la salud de los animales marinos y la de los hombres que los consuman.
La central Fukushima Daiichi, situada a 220 km al noreste de Tokio, fue arrasada por la catástrofe natural del 11 de marzo de 2011: el combustible se ha fundido en tres de los seis reactores del sitio, lo cual explica la presencia de numerosos elementos radioactivos de los alrededores.