El Cairo.
Egipto juzgará a 494 partidarios del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi por enfrentamientos en un nuevo proceso masivo, una estrategia muy criticada por la comunidad internacional.
Los acusados comparecerán a partir del 16 de julio por los enfrentamientos que se produjeron ante una mezquita en el centro del Cairo en la que se habían atrincherado los partidarios de Mursi tras la violenta dispersión de los manifestantes islamistas de la capital egipcia que dejó más de 700 muertos.
Estos enfrentamientos delante de la mezquita de Al Fatah habían dejado 44 muertos y 59 heridos, entre ellos soldados y policías, según la agencia oficial Mena. Las 494 personas están acusadas de "asesinato, tentativa de asesinato, posesión de armas y ataque contra la policía".
Desde la destitución y el arresto el 3 de julio de Mursi, Abdel Fatah al Sisi, entonces jefe del ejército y elegido presidente hace unas semanas, lanzó una represión en la que han muerto más de 1.400 manifestantes pro Mursi, 15.000 fueron detenidos y varios cientos condenados a muerte.
La semana pasada, un juez egipcio confirmó 183 penas de muerte, entre las que se encuentra la de Mohamed Badie, el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía Mursi.
Es un magistrado al que no le tiembla el pulso al firmar penas capitales. En marzo sentenció a muerte a 529 personas, lo que levantó una feroz polémica internacional, y después conmutó 492 de ellas a cadena perpetua. En ese momento la ONU lo denunció como "el juicio en masa más grande" de la historia de la humanidad.