Hace unos días, todo apuntaba a que el proceso en Carolina del Sur, un estado sureño de perfil muy conservador, iban a ser un camino de rosas para Romney, que contaba en las encuestas con una ventaja cercana a los 20 puntos sobre sus contrincantes.
Sin embargo, ayer los últimos sondeos sobre intención de voto en ese estado reflejaban un empate entre Romney, exgobernador de Massachusetts y el más moderado de los aspirantes, el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
La página de información política RealClearPolitics, que elabora una media diaria de las principales encuestas, señala que Gingrich tiene un 32,5 % de apoyo y Romney un 31,5 %.
Romney realizó ayer varios actos de campaña en la zona costera de Carolina del Sur insistiendo en su mensaje de que es el candidato mejor preparado para enfrentarse al presidente Barack Obama en las elecciones del 6 de noviembre.
Así, busca consolidar su liderazgo tras su empate técnico con el exsenador Rick Santorum en Iowa y su triunfo en Nueva Hampshire.
Sin embargo, según un recuento final divulgado el jueves, en Iowa Santorum ganó por 34 votos frente a Romney, a quien se le había adjudicado inicialmente la victoria.
Mientras, Gingrich ganó fuerza esta semana, en parte a raíz de una buena intervención en un debate televisado el lunes, y desde el jueves, gracias a que tiene el apoyo del gobernador de Texas, Rick Perry, quien se retiró de la contienda.
Acompañado de Callista, quien se ha convertido en una pieza clave de su campaña, Gingrich visitó ayer un hospital para niños en el área de Charleston.
Si para Gingrich pesa mucho un pasado marcado por infidelidades matrimoniales, a Romney le perjudica el haber revelado, a raíz de la presión de sus rivales, que paga una tasa impositiva del 15 %; por debajo de la media de los estadounidenses, y su negativa a divulgar ahora los detalles de su declaración de impuestos.
Además, según la cadena ABC, el exgobernador, uno de los aspirantes presidenciales más ricos de los últimos tiempos y cuya fortuna se calcula en $250 millones, tiene inversiones millonarias en fondos en las islas Caimán, un paraíso fiscal del Caribe.
Romney acaba de recibir el respaldo del gobernador de Virginia, el republicano Robert McDonnell, que prevé acompañarlo hoy.
También cuenta con el del exembajador en China John Huntsman, quien anunció el lunes su retirada de la contienda.
Mientras, Gingrich tiene a Somos Republicanos, principal grupo hispano republicano del país, y a la excandidata a la Vicepresidencia Sarah Palin.