Bolivia vive otra jornada de protestas policiales

Al grito de “¡Esta es nuestra plaza!” y “¡Fuera masistas!” (militantes del oficialista Movimiento al Socialismo, MAS) los sublevados, con las caras cubiertas, se lanzaron sobre un minoritario grupo de personas afines al oficialismo que con vestimentas indígenas y pancartas ingresaban a la plaza para respaldar al gobernante.

En puertas del palacio gubernamental se trenzaron a golpes mujeres de falda de origen indígena, personas de la misma clase social, pues los policías de tropa son en su mayoría descendientes de aimaras y quechuas, las etnias que apoyan al presidente Morales.

Los policías amotinados respondían así a la presencia de manifestantes oficialistas que consideraban provocadora. “¡No provoquen!, ¡no provoquen!”, repetían incesantemente los amotinados, que mantuvieron a raya a sus inermes adversarios, a menos de 100 metros del palacio presidencial.

Los policías llevan cinco días amotinados en diferentes partes del país, en demanda de un salario de 2.000 bolivianos ($287, casi un 70% más de lo que reciben) y rechazaron un acuerdo firmado en la madrugada del domingo.