Londres. AFP. El fundador de WikiLeaks Julián Assange no se entregará a la policía británica que ha iniciado el proceso para extraditarlo a Suecia y seguirá en la embajada de Ecuador, a la espera de una decisión sobre su solicitud de asilo político , declaró hoy una de sus portavoces.
“Julián permanecerá en la embajada bajo la protección del gobierno ecuatoriano mientras se reúnen y se procesan los elementos para su solicitud”, dijo la portavoz Susan Benn en una declaración a la prensa frente al edificio donde se encuentra la legación diplomática en la que el australiano, de 40 años, halló refugio hace 10 días.
Benn precisó que sus abogados aconsejaron a Assange que tenía que “declinar obedecer” a la citación policial para presentarse hoy en una comisaría cercana a la embajada con miras a iniciar su proceso de extradición, tras el vencimiento del plazo de dos semanas fijado por la Corte Suprema.
“Esto no debe considerarse como una señal de falta de respeto. Tanto en la legislación internacional como británica las demandas de asilo priman sobre las solicitudes de extradición”, explicó ante una treintena de periodistas y tres agentes de la Policía uniformados.
Mientras continúe dentro de la legación, Assange se encuentra en territorio diplomático y por tanto fuera del alcance de las autoridades británicas, pero la Policía ya ha dicho que puede ser detenido en cuanto salga por haber violado los términos de su libertad condicional.
La portavoz dijo que había visto a Assange antes de comparecer ante los medios y que el creador de WikiLeaks estaba “animado” y “agradecido por el apoyo que le ha mostrado el pueblo de Ecuador y tantas otras personas en todo el mundo”, agregó.
El creador de WikiLeaks se refugió el pasado 19 de junio en la embajada ecuatoriana para evitar una extradición a Suecia, país que lo requiere para interrogarlo por cuatro supuestos delitos de agresión sexual que niega haber cometido y por los que todavía no lo ha sido acusado formalmente.
Assange está a la espera de una respuesta sobre su solicitud de asilo político del gobierno de Ecuador, que evalúa la veracidad de sus argumentos acerca de que es víctima de una persecución política tras la filtración de cientos de miles de documentos secretos de Estados Unidos, país donde según él podría terminar siendo extraditado y condenado a muerte por “espionaje”.
“Es sólo una cuestión de tiempo antes de que las autoridades empiecen los trámites de extradición contra Julián y otros miembros importantes de WikiLeaks por varios cargos, incluido el de conspiración para cometer espionaje”, declaró Benn, del Fondo de Defensa de Julián Assange.
“Está claro que hay un proceso legal en curso que resultará en llevarse a Julián a Estados Unidos, lo cual si se permite violará sus derechos básicos”, agregó.
Un pequeño grupo de partidarios de Assange acudieron también a la convocatoria en el exterior de la embajada con pancartas en las que se podía leer “Free Assange” (“Assange libre”) o con fotos del fundador de WikiLeaks amordazado con una bandera de Estados Unidos.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, indicó a principios de semana que su gobierno se tomaría “el tiempo que sea necesario” para analizar la solicitud “con absoluta responsibilidad”.
En un comunicado divulgado a última hora del jueves, la embajada en Londres señaló que mientras continúa esta evaluación el “gobierno del Ecuador continuará fomentando las buenas relaciones con el Gobierno del Reino Unido”.
Assange, quien fue detenido el 7 de diciembre de 2010 en virtud de una orden de arresto europea emitida por la fiscalía1 sueca, agotó todas sus vías legales en el Reino Unido para evitar su extradición.