Kabul (AFP). Al menos once policías afganos murieron en las últimas 24 horas en dos ataques en Afganistán, de los cuales uno provocó un enfrentamiento entre rebeldes talibanes y fuerzas afganas que continuaba el martes en el sur del país, anunciaron las autoridades locales.
Al menos cinco policías y 26 rebeldes murieron en un tiroteo que comenzó el lunes por la mañana en la provincia de Helmand, uno de los bastiones de los talibanes en el sur, afirmó el portavoz del gobierno provincial Omar Zwak, cuyo balance era imposible de verificar por una fuente independiente.
Varios centenares de talibanes atacaron edificios públicos del distrito de Sangin, provocando una respuesta de las fuerzas afganas "que los repelieron", afirmó este responsable precisando que los enfrentamientos continuaban "de manera esporádica".
Un portavoz de los talibanes, Yusuf Ahmadi, confirmó por teléfono a la AFP un ataque coordinado en ese distrito, sin dar cuenta de víctimas entre los rebeldes.
En el oeste del país, seis miembros de una fuerza policial de protección afgana murieron el martes a causa de la explosión de una bomba de fabricación casera cuando se dirigían hacia una central hidroeléctrica en construcción en el distrito de Obe, en la provincia de Herat, declaró a la AFP Sher Agha, jefe de la policía del distrito.
El portavoz del gobernador de Herat, Mohayedin Noori, afirmó que siete guardaespaldas murieron en el ataque.
Las víctimas son todas miembros de una fuerza policial de protección encargada de garantizar la seguridad de los convoyes militares extranjeros, de las oficinas de las organizaciones internacionales y de sus empleados en Afganistán.
El ataque no ha sido reivindicado por el momento, pero su forma es característica de los rebeldes que multiplicaron los últimos días sus los atentados.