Kabul
Afganistán comenzó este jueves a debatir el acuerdo de seguridad entre Kabul y Washington para el escenario posterior a la retirada de la OTAN en el 2014, que podría sancionar la continuidad de hasta 15.000 soldados estadounidenses.
Así lo anunció el presidente afgano, Hamid Karzai, ante esta asamblea tradicional afgana, que reunirá hasta el fin de semana, en Kabul, a 2.500 jefes tribales, académicos y autoridades locales, y que arrancó entre fuertes medidas de seguridad.
"Entre 10.000 y 15.000 soldados permanecerán en Afganistán después de 2014 si se firma el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, siglas en inglés)", dijo Karzai en su discurso inaugural.
"La presencia de las tropas extranjeras no sería permanente, solo por diez años (entre 2015 y 2024)", subrayó Karzai, el único presidente que ha tenido Afganistán desde la invasión estadounidense, ocurrida a finales de 2001, y que dejará el cargo el año que viene.
Karzai argumentó que "a largo plazo, cortar las relaciones con la OTAN sería un error", pero defendió que si Estados Unidos quiere que se selle el BSA deberá "garantizar la paz en Afganistán" y " acabar con las operaciones en los hogares afganos".
"Si no hay presencia de Estados Unidos, tampoco la habrá de Alemania, Francia, Reino Unido o incluso de países islámicos", dijo el mandatario afgano, en alusión al temor que en esas potencias podría provocar la expectativa de un deterioro drástico de la seguridad.
Uno de los principales puntos de fricción entre la comunidad internacional y Kabul durante estos años han sido los repetidos casos de muerte de civiles en operativos aliados.
También sienta mal en Afganistán la inmunidad que tienen los soldados de Estados Unidos y otras potencias extranjeras, que no pueden ser juzgados en suelo afgano por sus acciones.
Horas antes de que Karzai compareciera ante la Loya Jirga, el presidente estadounidense, Barack Obama, le envió una carta en la que puso énfasis en la intención de EE. UU. de respetar la ley afgana y los hogares de los civiles de ese país.
" En el pasado reciente hemos redoblado esfuerzos para garantizar que los hogares afganos sean respetados por nuestras fuerzas y de que las operaciones sean de acuerdo a vuestra ley. Continuaremos haciendo todo el esfuerzo necesario", aseguró Obama en la carta, que fue difundida a la prensa.
"Las tropas de Estados Unidos no deberían entrar en las casas de los afganos con fines militares, salvo circunstancias extraordinarias como que haya un riesgo para la vida o destino de ciudadanos estadounidenses" , agregó.
Obama trasladó además el deseo de firmar "pronto" el BSA, cuya negociación comenzó hace un año en el marco de un pacto estratégico más amplio entre las partes.
Los últimos flecos del acuerdo de seguridad fueron de hecho abordados días atrás entre Karzai y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, quien ayer en Washington anunció que se había alcanzado un consenso.
En su carta, Obama recordó que su país cooperará con Kabul en "el entrenamiento, asesoramiento y asistencia " a las fuerzas afganas y en "una misión antiterrorista más reducida y acotada " mientras se sigue " fortaleciendo la capacidad antiterrorista" de Afganistán.