En el origen de esas acciones se encuentra el movimiento Primavera Francesa , en referencia a la Primavera Árabe y que se amplió tras una manifestación masiva contra el matrimonio homosexual, el 24 de marzo.
En su portal, los partidarios de Primavera Francesa declaran sus intenciones: “Si el Gobierno no quiere oirnos, va a sufrir”.
“Hay un antes y un después del 24 de marzo, las fuerzas del orden estuvieron contra las familias, y por ello decidimos entrar en resistencia”, declaró la portavoz del movimiento, Béatrice Bourges.
En la manifestación de marzo en París, la Policía lanzó gases lacrimógenos, lo que desató críticas de la opositora derecha.
La Primavera Francesa no tiene la aprobación de todos los opositores al matrimonio gay. “La Primavera Francesa y sus acciones pudren nuestra acción y la perjudican moralmente”, afirma Frigide Barjot , portavoz del colectivo Manifestación para Todos, opuesto a Matrimonio para Todos.
“El clima actual y la exasperación creciente son responsabilidad del presidente (François Hollande) y del Gobierno, que rehúsan escuchar al pueblo”, sostiene Barjot.
Homosexuales exasperados. En ese contexto, “el hartazgo es general y la exasperación de los homosexuales alcanza picos”, declaró Nicolás Gougain, portavoz del colectivo de defensa de los homosexuales y transexuales Inter-LGBT, que lamenta “el recrudecimiento de acciones cada vez más radicales”.
“Pese a que ellos tratan de lavarse las manos, los organizadores de la Manifestación para Todos y ciertos dirigentes de la oposición de derecha Unión por un Movimiento Popular (UMP) son responsables del auge de homofobia”, agregó.
Además, la organización SOS Homofobia denunció que “después de la Semana Santa, es la semana de violencia homófoba”. Advirtió sobre “el aumento sin precedentes de testimonios sobre insultos y agresiones homofóbicas”, como la agresión de dos gais el sábado pasado por la noche en París.
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