Un funcionario de la Comisión, en declaraciones en la televisión japonesa, dijo que el nivel de gravedad se aumentó de 5 a 7, el más elevado en la escala internacional.
La fuente, cuyo nombre no fue dado a conocer, dijo que la cantidad de radiación que se está escapando de la planta nuclear de Fukushima Daiichi es de alrededor del 10% de la del accidente de Chernóbil.
El nivel 7 significa un accidente grande con consecuencias más amplias que el nivel anterior, de acuerdo con la escala de estándares.
“Hemos incrementado el nivel de gravedad a 7 debido a que el impacto de las fugas radiactivas ha sido generalizado en el aire, vegetales, el agua potable y el océano”, declaró Minoru Oogoda de la Comisión de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón (NISA, por sus siglas en inglés).
Las autoridades de la NISA dijeron que que los reactores dañados desde el sunami del 11 de marzo en la central nuclear de Fukushima Daiichi han estado liberando grandes cantidades de sustancias radiactivas al aire.
Nishiyama insistió en que los dos accidentes –los únicos que han recibido la calificación 7– son diferentes ya que en Chernóbil explotó el núcleo del reactor, mientras en Fukushima las detonaciones de hidrógeno afectaron al edificio externo de las unidades.
El aumento de la gravedad del accidente en la escala internacional está basado en los cálculos provisionales de la agencia japonesa, que ha detectado altas concentraciones de cesio y yodo radiactivo.
Según Nishiyama, las emisiones de yodo 131 desde el inicio de la crisis superan los 10.000 terabecquerel, por debajo de los cientos de miles de terabecquerel que se emitieron en Chernóbil.
El 18 de marzo, una semana después de el devastador sunami, Japón elevó la gravedad en Fukushima de 4 al nivel de 5, que lo situaba al nivel del accidente de la central nuclear estadounidense de Three Miles Island en 1979.
El Gobierno amplió ayer la zona de evacuación alrededor de la planta de Fukushima después del sismo de 6,6 grados que se produjo al cumplirse un mes del devastador terremoto y sunami.
La zona de evacuación se estableció en 20 kilómetros en torno a esa instalación siniestrada.
Poco antes de ese temblor, el Gobierno se había mostrado optimista con respecto a la situación en la central de Fukushima donde, al parecer, lo peor se había evitado.
“El riesgo de un escape mayor se redujo considerablemente, pero la exposición prolongada a dosis de radiactividad poco elevadas constituye un peligro que justifica esta medida”, dijo el vocero del Gobierno, Yukio Edano.