La Habana. EFE El destacado dramaturgo, crítico y director de teatro cubano, Abelardo Estorino López, Premio Nacional falleció ayer en La Habana, a los 88 años.
Estorino, quien obtuvo los premios nacionales de Literatura, en 1992, y de Teatro, en 2002, entre otros galardones importantes de la isla, figura como uno de los más talentosos dramaturgos cubanos, por la técnica segura de la estructura dramática de sus obras.
Este dramaturgo escribió en 1954 su primera pieza, Hay un muerto en la calle, aún inédita, y dos años después montó El peine y el espejo, que estrenó en 1960, y que abrió el espectro de su larga y prolífica trayectoria.
Entre sus aportes más significativos a las tablas cubanas figuran piezas como El robo del cochino (1961) y La casa vieja (1964), consideradas fundamentales del teatro cubano contemporáneo.
También entregó Las vacas gordas, la primera comedia musical cubana, y algunas adaptaciones literarias como las que hizo de las novelas Las impuras, del escritor cubano Miguel de Carrión y La dama de las camelias, del francés Alejandro Dumas.
Su obra se ha traducido y representado en escenarios de Noruega, Suecia, México, España, Venezuela, Chile y Estados Unidos.