Nueva York. AFP. Muchos neoyorquinos y turistas corrían ayer a los bancos en la Gran Manzana no para retirar dinero, sino para cargar sus equipos electrónicos, como teléfonos y ordenadores portátiles, ante el gran apagón en partes de la ciudad.
Unas diez personas, incluyendo dos mujeres con sus perros, esperaban en fila en el Chase Manhattan para acceder a una de las tres entradas eléctricas del alargue colocado en una toma de la sucursal, situada en la tercera avenida.
“Alguien trajo la extensión y la dejó. No es nuestra”, dijo el gerente del banco, que no reveló su identidad pues no tenía permiso para hablar con la prensa.
Escenas similares de gente buscando electricidad se veían en las entradas de otros bancos en Manhattan, donde habitualmente se forman colas para retirar dinero.
La gente se sienta sobre sus maletines o sus computadoras personales. Las entradas de los bancos han estado repletas cada noche desde que pasó la supertormenta Sandy.
Otra cola de gente salía de la entrada de la farmacia CVS en la tercera avenida.
Más de 230.000 clientes seguían ayer sin energía eléctrica en el sector de Manhattan, la mayoría de ellos en la parte sur de la ciudad, una situación que podría extenderse hasta el fin de semana.