Bruselas. (AFP). Más de 18 millones de personas estuvieron sin empleo en la zona euro en agosto (11,4%), una tendencia que sigue al alza impulsada por España, la cuarta economía de la unión monetaria que intenta cumplir con el riguroso plan de austeridad que le exige Bruselas.
"Las cifras son inaceptables", admitió un portavoz de la Comisión Europea (CE). Para revertir la situación, "los países miembros del bloque deben poner en marcha las recomendaciones adoptadas por los ministros de Economía el pasado julio", añadió.
El desempleo se elevó en agosto a 11,4% en la zona euro, destacó Eurostat. Con 25,1%, España lidera la lista de países con mayor paro, por delante de Grecia (24,4,1% según las últimas cifras disponibles del mes de junio).
La tasa de desempleo en la zona euro muestra un aumento de 1,2% porcentuales, más que el 10,2% registrado un año atrás.
Los analistas encendieron todas las alarmas ante un problema que parece ser endémico y cuestionan las recetas de austeridad que exige Bruselas para recuperar el crecimiento.
Los números reflejan que la región se encuentra en una "profunda y creciente" recesión, estimó Capital Economics.
"Nada parece detener este cuento de terror. El desempleo ya no es un problema de los países del sur de Europa, sino del centro también por que lo que se puede transformar el problema más grave de la zona euro", opinó Carsten Brzeski, de ING.
Los números son especialmente catastróficos entre los más jóvenes: en Grecia un 55,4% de menores de 25 años no tenía trabajo y en España un 52,9%.
Se trata del 16º mes consecutivo en que el desempleo alcanza o supera el 10% de la población activa en la zona euro, integrada por 17 países.
Y confirma una vez más una Europa a dos velocidades. Entre los países de la zona euro, Austria es el país que tiene la tasa menor de desempleo (4,5%), seguido por Luxemburgo (5,2%), Holanda (5,3%) y Alemania (5,5%). De todos modos, los números también aumentan en estos países.
En agosto 18,196 millones se encontraban sin trabajo en la zona euro, es decir 34.000 personas más que en julio.
Al mismo tiempo, 25,466 millones de personas estaban en el paro en agosto en la UE, lo que equivale a un aumento de 49.000 personas en tan sólo un mes.
Las cifras son una ducha de agua fría en momentos en que varios países aplican ajustes como remedio para salir de una prolongada crisis de la deuda. La semana pasada, España vivió una semana agitada entre manifestaciones contra la austeridad y el anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña, una de las más ricas de las 17 comunidades autónomas españolas.
España se encuentra bajo presión de los mercados y de algunos de sus socios europeos para pedir un rescate mayor de su economía, pero el ejecutivo español asegura no haber tomado aún una decisión.
El vicepresidente de la CE, Olli Rehn, aseguró este lunes en Madrid "tener "una confianza plena en la determinación del gobierno español en tomar las medidas necesarias para restablecer la economía española".
Rehn garantizó que es "plenamente consciente" de las dificultades que atraviesan los españoles y recordó que las medidas para recuperar el crecimiento "serán siempre dolorosas". "Los caminos para volver a una situación de prosperidad no son fáciles".
El gobierno conservador de Mariano Rajoy intenta demostrar a Bruselas que cumplirá con los objetivos de déficit acordados para llegar a la meta del 2,8% en 2014.
Pero el viernes revisó al alza la meta de déficit comprometido para este año, a un 7,4%, en lugar del 6,3% de su PIB.
"Con la política actual que sigue la Unión Europea, España, pero también Italia, no saldrá nunca de la crisis", consideró el exprimer ministro belga Guy Verhofstadt.
España, golpeada por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, volvió a caer en recesión a finales de 2011, menos de dos años después de haber salido de ella.
El gobierno español espera una caída del PIB este año del 1,5% y después del 0,5% en 2013. Calcula un retorno al crecimiento en 2014, con una economía nuevamente en crecimiento de 1,2%, y de 1,9% en 2015.
El paro también se ha duplicado en Grecia desde el inicio de la crisis de la deuda, en 2010, que llevó al país a depender de la ayuda externa.