Los arroceros exigieron ayer que el Gobierno mantenga la opción de fijar el precio del grano, aunque sea temporalmente, en otro capítulo del enfrentamiento entre las dos partes.
Según ellos, el Gobierno eliminó esa posibilidad en un decreto vigente desde el 20 de mayo, por medio del cual se fijan precios temporalmente para todas las calidades y se liberalizan las cotizaciones del grano a partir del 1.° de marzo del 2014.
Por eso, piden que el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) revise el decreto.
Ante esa posición, la ministra de Economía, Mayi Antillón, enfatizó que antes de la emisión del decreto hubo negociaciones y el documento fue a consulta de los interesados 10 días.
Además, Antillón señaló que la opción de fijar precio en una situación de emergencia o especial se mantiene en la Ley para la Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor.
“Ellos salieron a defender el decreto luego de que les expliqué que no iba a regular el mercado mientras haya un estudio (del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas) que diga que la fijación de precios es perversa. Hay gente que se siente muy hallada con la fijación”, agregó.
En medio de esa discusión, el grupo Consumidores Libres de Costa Rica exigió de nuevo ayer que se liberalicen de inmediato los precios y no se espere hasta marzo del 2014.
Productores e industriales de arroz también cuestionaron, en los últimos días, el análisis del Instituto en que se basó el MEIC para decretar la liberalización.
¿Sin acuerdo? Óscar Campos, presidente de la Asamblea Nacional de Productores de Arroz, enfatizó que durante las negociaciones con el MEIC nunca se acordó la liberalización de los precios.
Aseguró, también, que el Gobierno vende la idea de que los precios al consumidor serán menores, algo que no es seguro.
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), que reúne a los productores e industriales, presentó ayer datos de precios para sostener esa posición. Aseguró que actualmente un quintal (46 kilos) de arroz importado cuesta ¢23.950 mientras el local está en ¢22.604.
Esa situación haría que hoy, con un precio libre, el kilo de la calidad 80/20 (20% de grano quebrado) cueste al consumidor ¢725 y no los ¢657 fijados, según Conarroz.
Esta discusión se une a denuncias de los arroceros acerca de que el estudio en el cual se basó el MEIC presenta inconsistencias. Antillón respondió que el Instituto que hizo el análisis, adscrito a la Universidad de Costa Rica, es serio y no acepta insinuaciones de que se manipuló la información.
Algunos arroceros –dijo– están molestos pues luego de fijarse el valor de todas las presentaciones, ciertos comercios hacen promociones para atraer clientes hacia granos de mejores calidades. Antes solo se fijaba para el 80/20.