Washington (AP). Los precios al consumidor se mantuvieron sin cambio el mes pasado, en la señal más reciente de que la inflación sigue bajo control.
Una disminución en los precios de la gasolina compensó el aumento en los costos de comida, atención médica y vivienda.
El índice de precios al consumidor permaneció estable en diciembre por segundo mes consecutivo, dijo el jueves el Departamento del Trabajo. Excluyendo los volátiles costos de alimentos y energéticos, los llamados precios centrales subieron 0,1%.
La inflación parece haber llegado a la cima después de un alza continua durante el año pasado. Los precios aumentaron 3% en el 2011, frente a 1,5% del 2010, el índice más alto desde el 2007. Pero eso es menor al aumento de 3,9% registrado en el período de 12 meses concluido en septiembre.
Una menor inflación proporciona a los consumidores más poder de gasto, lo cual impulsa el crecimiento económico. También permite a la Reserva Federal más margen para mantener a la baja las tasas de interés y tomar otras medidas para impulsar la economía.
En diciembre, los consumidores se beneficiaron de enormes descuentos de los vendedores al por menor en un intento por impulsar las ventas navideñas. Los precios de la ropa, por ejemplo, bajaron apenas por segunda vez en nueve meses.
El incremento de precios del año pasado se llevó a cabo desde niveles muy bajos. Los precios medulares subieron 2,2% en el 2011, arriba de un nivel bajo récord de 0,8% en el 2010. Muchos economistas esperan que esa cifra se incremente ligeramente en los próximos meses antes de estabilizarse.
Los compradores pagaron bastante más el año pasado en tiendas de comestibles y ropa. Los precios de alimentos se incrementaron 4,7%, el mayor incremento anual desde el 2008. Los precios de lácteos fueron los que más aumentaron, seguidos de carne, aves y pescado. Los precios de frutas y vegetales fueron los que menos aumentaron: 2,3%.
Economistas esperan que la inflación decline este año. Los precios de petróleo y muchos productos agrícolas, como maíz y trigo, han caído. Eso ha empujado a la baja el precio de la gasolina.
Una cantidad pequeña de inflación puede ser buena para la economía. Alienta a negocios y consumidores a invertir y gastar dinero más temprano que tarde, antes de que la inflación erosione su valor.