La lista de propiedades por las que más recibe consultas la vendedora de bienes raíces de Re/Max, Lucrecia Cordero, son las que están ubicadas cerca del aeropuerto internacional Daniel Oduber, en Liberia.
Sus clientes foráneos se interesan por propiedades que valen entre $200.000 (¢100 millones) y $350.000 (¢175 millones). Ventas de propiedades de más de más de $1 millón (¢500 millones) son cada vez menos usuales, como ocurría en la zona guanacasteca antes de la crisis del 2008.
Aun así, la empresaria y presidenta de la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guanacaste, reconoce que la costa vuelve a ser atractiva para los inversionistas extranjeros.
“Ya no es tanto el comprador estadounidense. Ahora nos estamos ganando el mercado canadiense porque es un país con un clima riguroso. Ellos compran una casa que aprovechan tres meses, y el resto del año la rentan”, comentó.
El Pacífico central y sur también muestran un repunte en la venta de propiedades.
Gabriel González, gerente de C21 Elite Realty, que atiende el mercado localizado en el cantón de Garabito de Puntarenas, reconoce que los negocios en la zona comenzaron a reactivarse desde el 2012.
“Una de las características es que los precios han bajado considerablemente. Hemos vuelto al nivel de precio por metro cuadrado que se manejaba en el 2002 y el 2003”, reconoció el empresario.
En la zona de Quepos, Jared Hanson, propietario de Tropical Breeze Realty, dijo que la mayoría de sus clientes son extranjeros que viven en el Valle Central, pero que adquieren una segunda vivienda –sea nueva o usada– en una zona costera.
En la región del Caribe, el tipo de transacción que se registró fue de propiedades destinadas para uso hotelero, según los empresarios del sector de bienes raíces, principalmente en el Caribe sur.