Nueva York y Washington EFE y AFP La nueva legislación sobre la reforma financiera en EE.UU. ocasionaría costes cercanos al $1 billón a las empresas que ofrecen a los inversionistas productos de derivados financieros, según una asociación de ese país que agrupa a esas firmas.
La Asociación Internacional de Swaps y Derivados cifró en $400.000 millones la cantidad que las empresas tendrán que disponer como colateral para cubrir su exposición a las transacciones de derivados en mercados extrabursátiles.
Además, la Asociación aseguró que las compañías necesitarán otros $370.000 millones “para mantener la cobertura de futuras exposiciones que procedan de esas transacciones” .
“ Si los mercados vuelven a la situación anterior a fines de 2008, sus necesidades de colateral totalizarán alrededor de $1 billón ” , agregó esa agrupación empresarial.
Los derivados son instrumentos financieros como las opciones y los futuros, entre otros, en los que sus oscilaciones dependen de los productos que toman como referencia, entre los que se incluyen las materias primas, la deuda, las acciones o las divisas.
La reforma, que regula ese tipo de operaciones con derivados, fue aprobada el miércoles por la Cámara de Representantes.
El aval se dio casi dos años después de que el derrumbe de grandes firmas de Wall Street dejó en vilo a la economía mundial.
La iniciativa, que todavía requiere la aprobación del Senado, contiene grandes cambios en los reglamentos que rigen la dinámica de Wall Street y afectará a una amplia cantidad de transacciones financieras.
La nueva legislación fiscaliza desde las más simples operaciones , como las compras con tarjeta de crédito, hasta las más complejas que realizan los diferentes mercados bursátiles y financieros en Estados Unidos.
Complicado . Pese al aval la Cámara de Representantes, la reforma sigue sin tener garantizados en el Senado los votos suficientes.
Tras la muerte reciente del senador Robert Byrd, los demócratas controlan 58 escaños, y dado que hay dos senadores de su grupo que se podrían oponer al plan, necesitan convencer al menos a tres republicanos.
La reforma es una de las grandes iniciativas de Obama y probablemente la última que saldrá adelante antes de las elecciones legislativas de noviembre próximo.
La legislación suministra un marco sensible de reglas y normas para que las instituciones financieras sean responsables de sus acciones, expresó el mandatario.
La iniciativa también ayudará a impedir otra crisis económica como de la que ahora apenas se recupera Estados Unidos, añadió.
El proyecto de legislación, comprendido en un voluminoso paquete de 2.000 páginas, tiene la fuerza potencial de reescribir la historia de la regulación en EE.UU.
A las nuevas reglas se someterán por igual las simples compras de supermercado y las extravagantes transacciones con derivados.