Las medidas incluyen: creación de la factura electrónica, eliminación de las exenciones tributarias que gozan varios productos suntuarios, venta de bienes inmuebles propiedad del Estado y el nuevo proyecto de racionalización del gasto.
Dicho proyecto incluye el congelamiento de salarios, pensiones altas y de las dietas en juntas directivas, la reducción del financiamiento a los partidos políticos, eliminación de las exoneraciones a las remesas de utilidades al exterior, la autorización para el traslado de superávits libres y otros recursos al Gobierno Central y la autorización a las entidades públicas para cobrar por ciertos servicios no esenciales.
Chinchilla hizo un repaso de las medidas ya tomadas, entre ellas, dejaron de nombrar 1.000 nuevos funcionarios, recortaron gastos no prioritarios, congelaron salarios de ministros, viceministros, presidentes ejecutivos, gerentes de instituciones autónomas, de los vicepresidentes de la República y el de ella misma.
“Gracias a estas medidas ya economizamos ¢100.000 millones el año anterior y hemos contenido el crecimiento del déficit fiscal”.
Añadió que en materia de recaudación han mejorado los mecanismos para el pago de impuestos y han combatido la evasión.