San José.
Las nueve cámaras del sector privado integradas en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP), capítulo Costa Rica, lanzaron una ofensiva para divulgar las ventajas que obtendrá Costa Rica con su adhesión a ese grupo de países, integrado por México, Colombia, Perú y Chile.
"Usted lo puede llamar ofensiva, pero en realidad en lo que nosotros estamos interesados es en que se conozca esa iniciativa", declaró José Manuel Quirce, presidente de la Cámara de Comercio Exterior y de la Cámara de Representantes de Casas Extranjeras (Crecex).
Según Quirce, los miembros del CEAP consideran que falta información tanto dentro del sector empresarial como dentro del público en general acerca de los beneficios de la Alianza del Pacífico (AP), una iniciativa que, dijo, va mucho más allá del libre comercio.
El empresario sostiene que la Alianza engloba mecanismos de cooperación, de mejoramiento de le educación, de uniones estratégicas, de encadenamientos productivos y de facilitación del comercio, entre ellos la armonización de reglamentos técnicos en salud, fitosanitarios y zoosanitarios.
Parte de ese programa para promover que Costa Rica abra el proceso de adhesión a la AP es un foro acerca de este tema, organizado por la Cámara de Industria y Comercio Costa Rica - México (Cicomex), que se realizará este martes en el hotel Real Intercontinental, en Escazú.
El plan de las cámara incluye más foros de discusión, publicación de artículos en periódicos, encuentros con las universidades, con la cooperativas, con los agricultores y con las regiones, adelantó Quirce.
Divulgación. Felipe Mejía Iturbe, vicepresidente de Cicomex, coincidió con Quirce en la versión de que el país necesita más información acerca de la Alianza, los beneficios y los retos que plantea.
Costa Rica firmó una carta de adhesión a la AP el el 10 de febrero del 2014, cuando estaba de salida la administración de la entonces presidenta Laura Chinchilla. Al llegar el presente Gobierno, del mandatario Luis Guillermo Solís, se atendieron inquietudes de algunos sectores, particularmente los agrícolas, acerca de un perjuicio a sus actividades en una eventual renegociación de aranceles. Quienes aspiren a entrar a la AP deben tener como requisito inledible un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral con cada uno de los miembros de la organización.
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Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), repitió la tarde de este lunes que los TLC bilaterales plantean, por ejemplo, la liberalización del 72% de los productos con Colombia, mientras la AP exige un 92% del comercio sin pago de aranceles.
En efecto, en mayo pasado México, Colombia, Perú y Chile pusieron en vigencia un protocolo mediante el cual queda bajo el libre comercio el 92% de los productos. Al 8% restante se le aliminarán los aranceles o impuestos de entrada de aquí al 2030, según reconoció Rodrigo Contreras, director para América Latina y El Caribe del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
Contreras será uno de los oradores de fondo durante el foro de Cicomex de este martes.
En la tarde de este lunes, Contreras dijo que hay un error al ver y analizar a la AP como un tratado comercial, cuando va mucho más allá. Recordó que la AP pretende llevar a las pequeñas y medianas empresas (pyme) no solo al mercado de más de 200 millones de habitantes de los cuatro países miembros, sino más allá de la región, a mercados donde quizá individualmente cada país no llegaría.
En esa línea, resaltó los programas de ayuda que mantiene el bloque a los empresarios y el importante rol que la Alianza le ha asignado al sector privado, lo cual permite atender sensibilidades de sectores, en particular los agropecuarios.
Aseguró que según la experiencia de México, la armonización de la normativa ha ayudado mucho a que el agro logre exportar sus productos entre los países miembros, mientras los encadenamientos entre países (por ejemplo, uno pone la materia prima y el otro la industria) propiciaron un nuevo empuje a los empresarios.
Lizano, empero, repitió que van a mantener su posición en el sentido de que si se desmejoran las condiciones actuales con más liberalización comercial no están de acuerdo con la adhesión a la AP. "No vamos a pelear con ningún empresario privado, peleamos por lo de nosotros", enfatizó Lizano.