Los principales cambios que afrontó el sector financiero en el 2013 se relacionan con la intención de las autoridades de frenar el alza de los créditos en dólares.
Por un lado, el Banco Central estableció el límite de crecimiento del crédito, especialmente en la moneda extranjera, entre enero y octubre del 2013; por otro, las autoridades de supervisión aprobaron 11 normativas relacionadas con el riesgo del crédito y el riesgo de liquidez.
Algunos de estos reglamentos exigen: incorporar el riesgo cambiario y de tasas en el análisis de todos deudores mediante pruebas de estrés de tipo de cambio y tasas de interés; la exigencia de un requerimiento mayor de capital sobre los créditos que se otorgan a deudores con mayor exposición al riesgo cambiario (aumento en el ponderador de riesgo), y la medición separada por tipo de moneda, de los calces de plazos, entre otros que mencionó el superintendente general de Entidades Financieras, Javier Cascante.
Consultado sobre su evaluación de estas medidas, Marco Garro, asesor económico de la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras de Costa Rica, señaló que la demanda por el crédito en dólares sigue presente.
“Lo que persiste es la necesidad de manejar el riesgo crediticio de los deudores, en especial de los no generadores (de dólares)”, comentó.
Para Cascante los cambios fueron bien aceptados.
“Hay gran conciencia en el medio sobre los riesgos que conlleva la dolarización de los balances de las entidades financieras. No solo en la gestión de los riesgos de liquidez por tipo de moneda, sino por los impactos en la capacidad de pago de los deudores sensibles a variaciones en el tipo de cambio y las tasas de interés”, resaltó Cascante.
Para el 2014, la Superintendencia alista nueva normativa relacionada con la definición de capital, la gestión de riesgo de mercado, la revisión de la normativa I-05 de riesgo de crédito y la gestión de riesgo macroprudencial.