París. AFP. La OPEP tendrá esta semana, en Viena, su reunión más importante de los últimos años, apremiada por la caída de los precios del petróleo que atiza las divisiones entre partidarios de un recorte de producción y defensores del statu quo .
Pese a las tormentas geopolíticas, el precio del barril parecía estabilizado en los últimos tres años en torno a los $100. Pero a mediados de junio el crudo comenzó una caída casi ininterrumpida como consecuencia del aumento de la extracción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, principal consumidor mundial, y de la desaceleración económica mundial.
La cotización del barril de Brent del mar del Norte en Londres se desplomó hasta los $77,92 el 13 de noviembre, una pérdida de 32% en cinco meses.
En este contexto, los ministros de los 12 Estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunirán el jueves 27 en la capital austríaca para revisar el techo colectivo de producción, fijado hace tres años en $30 millones de barriles diarios.
La caída tiene una influencia muy negativa en los ingresos de los países de la OPEP y algunos, empezando por Venezuela, apremian al resto a reducir la producción, para estabilizar la baja.
Venezuela, que vive una situación financiera delicada, es muy dependiente de los ingresos petroleros y su presidente, Nicolás Maduro, pidió esta semana una reunión de los países miembros de la OPEP y de otros países petroleros para tomar decisiones.
En Irán, el ministro del Petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, también pide medidas para atajar la caída de precios. Fuera de la OPEP, otro gran exportador, Rusia, aseguró el viernes que también está estudiando la posibilidad de bajar su producción.
Sin embargo, Arabia Saudita, un país muy influyente que produce un tercio del crudo de la OPEP, y ha sido en los últimos años el principal defensor del statu quo , parece indiferente a estas preocupaciones.
Numerosos observadores sospechan que esta nación es favorable a la caída de los precios para intentar frenar la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, industria que necesita precios altos para ser rentable.