El límite al crédito que anunció el Banco Central al iniciar el 2013, y el debate fiscal que impulsó el Ministerio de Hacienda marcaron la política económica de este año.
La restricción, que buscaba frenar el auge del crédito, puso un tope de crecimiento de 10% para colones y de 7,5% para dólares entre enero y octubre.
Al final, los préstamos en dólares aumentaron menos de lo esperado, un 6,4%; pero los de dólares sobrepasaron las expectativas, con un 10,7% en ese periodo.
¿Influyó este límite en la desaceleración que muestra la producción?
“Sí, pero no significativo. La principal restricción estuvo definida más por las altas tasas de interés en colones –a inicios del año–, las condiciones o requisitos para el otorgamiento de créditos y el bajo dinamismo de la economía”, opinó Roxana Morales, coordinadora del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la Universidad Nacional.
“Considero que más que una restricción efectiva sobre el crédito, se percibió como una potencial restricción para llevar adelante proyectos de inversión. En ese tanto fue que posiblemente afectó a la actividad económica”, señaló Edna Camacho, miembro de la Academia de Centroamérica.
Por su parte, Max Alvarado, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, y Alberto Franco, socio de Ecoanálisis, coinciden que la mayor influencia fue en las expectativas.
Finalmente, el Banco Central eliminó el límite en julio pasado, luego de fuertes reclamos de las cámaras del sector productivo, que achacaron a la medida el débil crecimiento de la economía.
Conciencia fiscal. Pasado ese capítulo, el Ministerio de Hacienda abrió otro al presentar el 17 de octubre del 2013, el documento En ruta hacia la Consolidación Fiscal: Agenda para el Diálogo Nacional.
El documento contiene un diagnóstico sobre la situación fiscal y una larga lista de ideas para enfrentar el déficit del Gobierno, que por cuarto año consecutivo terminará alto (un monto equivalente al 5% de la producción para este 2013).
La discusión fue bien recibida por casi todos los sectores.
“Entre los aciertos ubico el esfuerzo del ministro de Hacienda por contener el gasto y generar conciencia entre distintos sectores sobre la necesidad impostergable de una reforma fiscal que le dé sostenibilidad fiscal de mediano plazo a la economía”, comentó Alvarado.
El capítulo más difícil vendrá tras las elecciones nacionales, en febrero, cuando llegue el proyecto de ley a la Asamblea Legislativa.