Debilidades en la selección de los proyectos, en el análisis de su viabilidad técnica, en el seguimiento y en los informes de resultados de los beneficiados son algunos de los problemas detectados por la Contraloría General de la República en un fondo para el financiamiento de iniciativas desarrolladas por mujeres.
El Fondo de Fomento de Actividades Productivas y de Organización de las Mujeres (Fomujeres) entregó ¢4.467 millones a las beneficiarias entre el 2014 y el 2016, periodo en el cual la Contraloría hizo la auditoría para determinar los controles que lleva en ese fondo el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), entidad que lo administra.
De acuerdo con el informe de la Contraloría, en esos tres años se financiaron 2.821 propuestas de mujeres, tanto individuales como grupales.
El informe concluyó que faltan controles tanto en la admisibilidad de los proyectos como en la valoración de su viabilidad técnica.
Por ejemplo, solo se realiza una revisión de los requisitos contenidos en la información suministrada por las postulantes de los proyectos y no hay un procedimiento propio de valoración de la viabilidad técnica de cada propuesta planteada.
Además, de 136 beneficiarias del Fondo, el 45,2% indicó que nunca había recibido una visita por parte de funcionarias de ese Instituto para darle seguimiento a sus proyectos, conforme con una encuesta realizada por la Contraloría como parte de la supervisión.
A eso se añade que las beneficiarias del fondo no presentan las liquidaciones correspondientes o las presentan parcialmente, sin que el Inamu haya tomado las acciones respectivas ante tales incumplimientos, resaltó el informe divulgado la mañana de este lunes 8 de enero.
En una respuesta escrita a los medios, este lunes, el Inamu advierte de que el informe solo hace observaciones de carácter procedimental.
Según el comunicado, la ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del Inamu, Alejandra Mora Mora, considera que toda acción y servicio del Estado están sujetos a un mejoramiento continuo y en ese sentido analiza el informe de la Contraloría.
Sin embargo, afirmó que el proceso está sujeto a la transparencia de un concurso público, con la participación de personas expertas que conforman los órganos seleccionadores, con bases de participación diferentes para cada convocatoria, pensadas desde la diversidad de las necesidades de las mujeres, con múltiples instrumentos de captura de información (formularios, instructivos).
Añadió que se realiza un análisis previo por parte del equipo de trabajo de las oficinas regionales y una segunda revisión por parte de la Unidad Ejecutora del Fomujeres, en la que se verifican documentos, declaraciones juradas, fotos y datos alterados o de dudosa procedencia, lo que da como resultado que una gran parte de los proyectos entregados por las postulantes no son aceptados.
Finalmente, aseguró que se solicita la liquidación de compras, se da un seguimiento técnico grupal y se realizan visitas al sitio a una muestra representativa de las mujeres beneficiarias.