Conforme pasa el tiempo y Costa Rica no toma decisiones en el campo fiscal, el ajuste que necesitará para estabilizar las finanzas públicas es cada vez mayor.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que actualmente se requiere que las reformas en impuestos y gastos generen un monto equivalente al 3,75% de la producción, eso son unos ¢1,1 millones de millones.
Si no se hace nada, en el 2018 el ajuste necesario será de un monto equivalente al 5% de la producción (unos ¢1,5 millones de millones). Por lo tanto, los impuestos tendrían que subir más de lo que se propone ahora o el gasto disminuir más.
Las estimaciones las compartió ayer Lorenzo Figliuoli, jefe de la misión del FMI, al dar a conocer las conclusiones de la misión relativas a la revisión de la economía nacional como lo establece del artículo IV del Convenio Constitutivo del organismo.
A Figliuoli lo acompañaron Mario Garza, representante regional del FMI; Olivier Castro, presidente del Banco Central de Costa Rica, y Helio Fallas, ministro de Hacienda.
“Por todos estos elementos: el crecimiento del déficit, de la deuda, el alza de las tasas de interés y la reducción del crecimiento (en la producción), nosotros estimamos que la necesidad de ajuste fiscal en el 2018 sería de un punto o 1,5 puntos adicionales a lo que es ahora; es decir, el 5% del PIB (producto interno bruto)”, señaló Figliuoli.
El jefe comentó que sería el próximo Gobierno el que tendría que asumir, de entrada, un ajuste fiscal del 5% y, posiblemente, en condiciones de emergencia.
Consultado sobre la estimación, el exministro de Hacienda, Francisco de Paula Gutiérrez, dijo que del texto del documento no puede conocer la metodología del cálculo de esta cifra puntual, pero que, claramente, si el esfuerzo requerido hoy es de 3,75 puntos, para el 2018 sería mayor.
El analista Andrés Volio comentó que es muy poco probable que una proyección como esa no sea el resultado real en el 2018.
“Pareciera muy remota la posibilidad de corregir el crecimiento de los gastos del Estado, o el tamaño del sector público en esta administración. Me parece que nos dirigimos inexorablemente a una crisis económica, que es lo que implica esa proyección del FMI”, opinó Volio.
El jefe de la misión insistió en la necesidad de aprobar todas las medidas.
“Un ajuste fiscal completo, que cuente con la aprobación por parte de la Asamblea de todas las medidas impositivas presentadas, junto con la reducción en el crecimiento del gasto corriente –en su mayoría transferencias y salarios del sector público– para mantenerlo por debajo del crecimiento del PIB nominal, generaría perspectivas mucho más alentadoras” , señala el texto.
Para este año, el Fondo prevé un déficit fiscal del Gobierno Central equivalente al 5,8% de la producción.
Gutiérrez consideró que esa proyección es optimista porque el tiempo sigue transcurriendo y las discusiones sustantivas aún no se han dado.