Ginebra. EFE. - La reciente eliminación del tipo de cambio mínimo del franco suizo frente al euro, así como la nueva amenaza geoestratégica que representa la expansión del integrismo, captarán buena parte de la atención en el Foro Económico Mundial de Davos que empieza el miércoles.
Asuntos muy de actualidad, como la escalada de conflictos, la divergencia en el crecimiento económico entre países y el nuevo contexto energético -con el precio del petróleo en niveles históricamente bajos e inversiones sin precedentes en energías renovables- son igualmente parte de la agenda.
Los organizadores han confirmado la asistencia de 2.500 representantes de 140 países, quienes este año serán invitados a centrar sus discusiones en el presente, más que a intentar proyectar el futuro.
La complejidad y complicación que caracterizan el contexto mundial así lo requieren, con una necesidad profunda de restaurar la confianza y estabilidad de los mercados.
Asistentes. El futuro de Ucrania, en relación al conflicto que mantienen con su vecino ruso desde hace cerca de un año, será evocado por su presidente, Petro Poroshenko, el día de la inauguración del Foro.
Esto ocurrirá antes del discurso de apertura, el cual estará a cargo de la presidenta de Suiza, Simonetta Sommaruga.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sissi, viajará igualmente a Davos, como lo harán el presidente de Francia, François Hollande; la canciller alemana, Angela Merkel; y el líder del gobierno italiano, Matteo Renzi.
La política monetaria a nivel más global será abordada por los responsables de los bancos centrales de Francia, Italia, Japón y Suiza, luego de que este último país decidiera la semana pasada abolir el control de cambio del franco suizo con el euro.
Dicha iniciativa formó una ola de pánico que afectó también el mercado monetario europeo, empujando hacia la baja la moneda única y reforzando el dólar estadounidense.
Los efectos de esa medida, que muchos han visto como la antesala del supuesto anuncio que realizaría este jueves el Banco Central Europeo, sobre un programa masivo de compra de deuda soberana, serán analizados con lupa por esos responsables.