Caracas EFE El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro oficializó el viernes el despliegue de funcionarios a cargo de inspeccionar los comercios, parte de un esfuerzo para mantener los precios bajo control y los anaqueles llenos de cara al incremento en el consumo en diciembre.
“Ustedes van a ver en noviembre y diciembre (que) vamos a garantizar navidades felices para todo nuestro pueblo” , dijo Maduro en un discurso televisado, en el cual destacó que fueron desplegados más de 27.500 fiscales.
Las inspecciones se concentrarán en los comercios dedicados a la venta de alimentos, textiles, electrodomésticos, juguetes, calzado y ferreterías, que son los de mayor demanda en las fiestas navideñas.
Esta medida se retoma casi un año después que Maduro adoptó una estrategia semejante, la cual incluyó nuevas regulaciones para combatir la que ha denominado la “guerra económica ” que, según él, empresarios y adversarios políticos desataron en 2013 para generar malestar entre los venezolanos.
Agobio inflacionario. Maduro, acosado por una inflación que en agosto alcanzó una tasa anualizada de 63,4%, ha advertido que será implacable contra aquellos empresarios que registren problemas de remarcación de precios y especulación.
El presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado, dijo que las inspecciones harán poco para aliviar los efectos de la inflación y el desabasto.
Las inspecciones se enmarcan en el uso de los poderes especiales que le otorgó la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, a Maduro en noviembre de 2013 para emitir decretos con fuerza de ley por un año.
Entre las normas promulgadas desde entonces destaca una legislación que se refiere al control de costos, ganancias y precios en la venta de todos los productos.
El gobernante anunció que las inspecciones serán permanentes.
Algunos dirigentes empresariales han señalado que las actividades y la producción de algunos sectores fundamentales descendieron por la paralización de la importación de materias primas e insumos causada por las limitaciones y el retraso del gobierno en la venta de las divisas oficiales.