San José.
Las empresas de zonas francas discuten durante el día de hoy formas novedosas para lograr una mayor integración con la economía nacional, en particular mediante los denominados encadenamientos con diferentes proveedores, así como los retos que tiene el país en el tema de la competitividad (servicios, infraestructura, mano de obra, leyes) para continuar como un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED).
Los temas se analizan en el Segundo Congreso Nacional de zonas francas, que se realiza durante todo el día de hoy, en el hotel Real Intercontinental, en Escazú.
Además, los empresarios y los promotores de ese tipo de inversión pretenden mejorar la atracción de empresas y parques empresariales a las zonas rurales del país, un objetivo que enfrente muchos retos, explicó Carlos Wong, vicepresidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras).
Agregó que aparte de las compras a proveedores locales, la relación con las comunidades donde se instalan y el pago de impuestos, las empresas quieren mejorar su relación con la economía del país y con la de su entorno. Al final del día se espera tener un compendio de opciones para poner en práctica en una alianza entre el Gobierno y el sector privado.
En el área de la competitividad, los retos pasan por la infraestructura, el alto costo de la electricidad, la necesidad de recurso humano preparado y en cantidad suficiente y mantener unmarco jurídico seguro para los inversionistas.
Jaime Granados, especialista líder en integración y comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advirtió que los retos para atraer inversión a áreas urbanas se multiplican cuando se trata de llevarla a las áreas rurales o de menor desarrollo relativo, precisamente por la menor infraestructura, la ausencia de mano de obra y, además, por los escasos volúmenes de producción.
Por eso, uno de los grandes retos pendientes es mejorar esos indicadores en zonas rurales, mediante una alianza entre el sector público y el privado, detalló Granados.